Hay conmoción en el ambiente de la música tropical: el presentador televisivo Daniel La Tota Santillán, líder durante muchos años del programa Pasión de Sábado y amigo personal y hombre de confianza del Potro Rodrigo, fue encontrado muerto en su domicilio de Castelar. Personal policial, alertado por conocidos del conductor que habían perdido todo contacto con él en las últimas horas, lo halló sin vida al irrumpir en su casa. Tenía 57 años y era padre de 4 hijos.
Los infaustos sucesos ocurrieron durante la tarde del domingo pero tomaron estado público recién en la madrugada de hoy, lunes, cuando fueron confirmados por parte de quien era su abogado, a quien le correspondió esa tarea después de apurarse en avisar a sus familiares más cercanos para que no se enteraran a través de la prensa.
Hacía rato que La Tota Santillán no aparecía en los medios de comunicación más que para explicar sus continuos y repetidos embrollos judiciales. Fue denunciado por violencia de género por parte de sus parejas -la primera fue Fernanda Vives, con quien mantuvo un largo y polémico romance que terminó en un escándalo de proporciones gigantesca-, sufría una profunda depresión y fue protagonista de varios episodios de «brotes» aún en la vía pública.
Salpicado por todas las acusaciones que se fueron sucediendo a lo largo del tiempo, siempre con el patrón de la agresividad a la mujeres que convivieron o que trabajaron con él, Santillán fue apartado poco a poco del mercado laboral, al menos el de la televisión y el de las bailantas, y en las últimas y cada vez más esporádicas apariciones televisivas acusaba esa falta de trabajo y hablaba de sus problemas.
La Tota Santillán acompañó como conductor del programa Pasión de Sábado el ascenso a la condición de ídolo popular del Potro Rodrigo Bueno, quien además fue su gran amigo. Ese fue, si se quiere, su momento de apogeo. Le llovían los laburos y su voz gritando «Ro Ro Rodrigoooooo» se escuchaba a lo largo y a lo ancho de todo el país. Eran épocas de fama, dinero, boliche, ruido y salidas en cantidades industriales. El trágico accidente que le costó la vida al cuartetero pero sobre todo las múltiples denuncias que fue recibiendo lo fueron marginando de las «grandes ligas de la tele» y algunos dicen que terminó vendiendo barbijos y otras chucherías en la playa, en las plazas e incluso en la vía pública.
Como consecuencia de esas denuncias, la Tota Santillán fue condenado en 2023 a la pena de 5 años y 6 meses de prisión por hechos de violencia de género en contra de su ex parea y madre de sus hijas menores, Sol Fiasche. Con ella tuvo a Camilia y a Mía, hoy de 7 y 9 años. También era padre de Daniela, de 36, y Leandro, de 34, fruto de su relación con Mónica Faleroy. También tenía 6 seis nietos. La noticia de su deceso generó revuelo durante las primeras horas de la madrugada, ya que la gente se manifestó a favor y en contra al recordar todos los momentos de los que fue protagonista.