La provincia atraviesa momentos de profundo dolor e incertidumbre tras una seguidilla de fallecimientos repentinos de niños y adolescentes, ocurridos en distintos puntos del territorio en menos de una semana. En total, cuatro menores perdieron la vida de manera inesperada, en circunstancias que aún son materia de investigación judicial y médica.
El caso de Thian Toledo, un niño de 7 años
La tragedia comenzó el lunes en Capilla de los Remedios, cuando Thian Toledo, de apenas 7 años, murió de forma súbita durante un cumpleaños en el departamento Río Tercero.
Según relató su madre, el niño jugaba con amigos cuando de pronto se sentó en una silla y perdió el conocimiento. Pese a los esfuerzos por asistirlo y al posterior traslado al hospital local, Thian sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció.
La familia denunció demoras en la llegada de la ambulancia y remarcó que el pequeño no presentaba antecedentes médicos. La Fiscalía de 2º turno ordenó una autopsia para establecer la causa de muerte.
Lautaro Maineri, arquero de 15 años
Días después, la conmoción se trasladó a la escuela Guarnición Aérea Ipet 251, donde Lautaro Maineri, de 15 años, se descompensó mientras jugaba al truco con sus compañeros.
El adolescente, arquero del Club Atlético All Boys del barrio Rosedal, fue trasladado a la Clínica Vélez Sarsfield, donde se le detectó un coágulo cerebral inoperable. Tras permanecer en estado vegetativo, murió poco después.
“Era un chico alegre, comprometido y con gran pasión por el fútbol”, lo recordaron dirigentes y entrenadores del club, que destacó que los jugadores realizan revisiones médicas periódicas.
Otro adolescente de 13 años murió en una práctica de fútbol
En el Club Atlético San Lorenzo del barrio Las Flores, un joven de 13 años se desplomó de manera repentina mientras entrenaba con sus compañeros.
Un docente del club intentó reanimarlo con maniobras de RCP hasta la llegada de la ambulancia, pero pese al traslado de urgencia al hospital de niños, el adolescente falleció poco después.
Muerte súbita en Villa Carlos Paz
El primer caso de esta trágica cadena ocurrió en Villa Carlos Paz, donde otro adolescente de 13 años perdió la vida mientras realizaba ejercicios en una plaza del barrio Los Eucaliptos.
Pese a la rápida asistencia y su traslado al Hospital Gumersindo Sayago, los médicos confirmaron su deceso. La Fiscalía del Tercer Turno inició una investigación para determinar las causas.
Dolor, incertidumbre y pedidos de respuestas
La sucesión de muertes súbitas en contextos distintos —un cumpleaños, una clase, un entrenamiento y una plaza— despertó alarma social.
Aunque aún no hay evidencia de que los casos estén relacionados, especialistas advierten que la muerte súbita en menores, si bien infrecuente, puede deberse a condiciones cardíacas no detectadas previamente.
Desde la UEPC expresaron sus condolencias y reclamaron reforzar los controles médicos en escuelas y clubes.
Comunidades en duelo
Los colegios y clubes afectados realizaron homenajes, minutos de silencio y colectas solidarias para acompañar a las familias. En redes sociales, docentes, compañeros y entrenadores despidieron a los jóvenes, describiéndolos como “alegres, comprometidos y llenos de vida”.
Autopsias en curso
La Policía Judicial y distintas fiscalías provinciales esperan los resultados de las autopsias y estudios médicos que podrían dar respuestas sobre lo ocurrido. Mientras tanto, el dolor y la conmoción se extienden en toda la comunidad cordobesa.