Aseguró que las fuerzas de seguridad la pararon cuando circulaba con su novio en una moto por un barrio de la capital provincial. La declaración de los testigos y las cámaras de seguridad fueron clave para descubrir el engaño.
En Córdoba, una joven de 18 años denunció que durante un control policial dos patrulleros la pararon cuando circulaba con su novio y la golpearon salvajemente hasta sacarle varios dientes. Gracias a la investigación se supo que era todo mentira.
Las cámaras de seguridad y la declaración de testigos, fueron clave para descubrir el engaño.
Cómo se descubrió el engaño de la joven que denunció golpes de la policía
La investigación, a cargo del fiscal Rubén Caro, confirmó las falsedades en el testimonio de los supuestos agredidos por policías. Las cámaras de seguridad no mostraron ninguna imagen que corrobore lo denunciado.
Además, los denunciantes incurrieron en contradicciones. Por ejemplo, dijeron que habían ido a visitar amigos al barrio Ciudadela, pero en realidad fueron a Nueva Córdoba. También, afirmaron que no habían tomado alcohol cuando las pericias médicas confirmaron que tenían alta cantidad de alcohol en sangre.
La declaración de los testigos fue clave
En sede judicial, los testigos dijeron que cuando el primer patrullero llegó al lugar del hecho, los jóvenes, que iban en moto, ya estaban tirados en el suelo. También afirmaron que uno de los supuestos agredidos estaba gritando que “alguien” les había tirado un piedrazo, aunque luego aseguró que motochorros los habían encerrado.
“Se notaba que tanto el chico como la chica estaban muy nerviosos, además de estar muy borrachos”, señaló otra testigo. Otro sumó que “en ningún momento observé que personal policial agrediera a estas personas, ni siquiera vi que los trataran mal o los tocaran. Al contrario, vi que estaban ocupándose de la situación y que después llegaron otros móviles policiales”.
Con el correr de la investigación, surgió el testimonio de otro testigo que juró “haber visto todo”. Sostuvo que iba en camioneta adelante de la moto y vio cómo desde la vereda de calle Independencia un joven tiró una piedra contra los motociclistas. Al ver el impacto, frenó para ofrecer ayuda.
En base a su palabra buscaron nuevas cámaras de seguridad y vieron cómo un muchacho de remera blanca salía corriendo “como escapando de una situación complicada”. A los pocos segundos volvió a aparecer con una piedra en la mano.
Segundos más tarde, las cámaras de la zona grabaron a una moto azul con una persona sentada en el lugar del acompañante, caída hacia atrás y arrastrando el cuerpo sobre la calle.
La versión de los falsos denunciantes
La joven de 18 años circulaba en moto junto a su pareja de 20 años cuando, según detalló su abogado José Sánchez del Bianco, los policías los obligaron a frenar y los atacaron a golpes.
Al parecer, los agentes “estaban buscando delincuentes que iban en una moto similar a la de ellos”, dijo el asesor letrado.
Cuando el chico bajó del vehículo, uno de los efectivos policiales comenzó a pegarle sin ninguna justificación. En ese instante, la novia intentó separarlos y “los policías la golpearon, cayó al piso y continuaron golpeándola”, según relató el representante jurídico.
Del Bianco reveló que la víctima perdió el conocimiento unos segundos y cuando logró reponerse, aún seguía la violencia. “Intentó registrar la situación con el teléfono y fue golpeada con la culata del arma de uno de los efectivos, partiéndole el labio y sacándole los dientes”, detalló.
Pero eso no fue todo, ya que el abogado de la pareja aseguró que tienen “la certeza de que el personal policial no solo cometió este hecho aberrante, sino que además habría adulterado la escena del crimen en pos de su impunidad”.
Por este motivo es que las víctimas pedirán acceder a las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona “para resguardar las imágenes y garantizar el descubrimiento de la verdad”.
Investigados por falso testimonio
Lo que no se sabe es por qué la pareja mintió. Las principales hipótesis son dos: o sufrieron un ataque al azar o les arrojaron el piedrazo a modo de venganza por un intento de robo.
Lo cierto es que ante las pruebas recolectadas el fiscal Caro archivó la denuncia de abuso policial y abrió otro expediente para investigar a la pareja por falso testimonio.