Corrientes: adolescente fue atacada salvajemente por sus vecinas

La menor había ido a comprar jugo en polvo para hacerse un tereré, cuando fue agredida salvajemente. Sus atacantes ya tendrían antecedentes violentos. La víctima ahora debe hacer un tratamiento psicológico por el miedo con el que quedó.

Una menor de 14 años debió ser hospitalizada ayer por la noche, luego de ser atacada de forma brutal por otras tres jovencitas que serían vecinas de la víctima en el barrio Quilmes. Los vecinos y la madre de la nena lastimada indicaron que la agresión fue por el solo hecho de pelear, pero se les fue la mano y la dejaron inconsciente a fuerza de patadas y con cortes. La denuncia habría sido formulada en la comisaría 12. La niña fue dada de alta, pero tiene mucho miedo de asomarse a la calle otra vez.

Yanina, la madre de Keila, mencionó a diario época que la niña está con mucho temor después de lo sucedido. «Ella fue a comprar un juguito para hacer su tereré y cuando pasó por la casa de las chicas, dos menores y una mayor, fue atacada a patadas y una vez en el piso la siguieron golpeando; primero una y después se sumaron las otras. No hubo motivo alguno, solo la miraron mal y la atacaron. Los vecinos me cuentan que la mayor de las chicas alentaba a sus dos hermanas menores a que golpearan a mi hija. La lastimaron por todos lados, la patearon por la espalda y la cabeza, le provocaron cortes en brazos y piernas», explicó todavía angustiada Yanina.

Keila y su padres son de condición humilde y también viven en el barrio Quilmes, al igual que las chicas que atacaron a la adolescente, pero hasta ayer no lograban encontrarle explicación a semejante violencia en contra de la niña, ya que al parecer no hay antecedentes de un cruce violento o un entre dicho entre ellas.

Tras la paliza, la menor quedó tirada en el piso, semi inconsciente por los golpes, por lo que debió ser trasladada de urgencia hacia el hospital pediátrico Juan Pablo II, en el que fue atendida por los médicos de guardia que determinaron que las lesiones no eran de gravedad, pero que debería quedarse algunas horas en observación, ya que su cuerpo presentaba algunos cortes y la niña relató que la habían pateado en la cabeza y la espalda. Tras recibir el alta hospitalaria, continúa con reposo en su casa, aunque deberá utilizar un collar cervical por casi tres semanas debido a las lesiones sufridas en el ataque.

«Es increíble, no solo la atacaron y la lastimaron, sino que ahora mi hija está aterrada, tiene miedo de volver a caminar en el barrio. Tiene que asistir a un psicólogo por lo que le sucedió: ya le sacamos turno. Esto no puede quedar así, impunemente», concluyó Yanina, la mamá de Keila.

Según indicó otra vecina, al parecer, las atacantes ya habían tenido otros incidentes similares en el barrio que también fueron reportados a la Policía, pero nada cambió.