Corrientes: festividad religiosa terminó a los chicotazos y con detenidos

Un peón rural había ingresado con facón y un arreador de animales y agredió a los policías, un rato antes de que se originaran los incidentes. Habría al menos dos demorados, todo en el propio patio de la iglesia, frente al sacerdote. Debieron suspender el evento.

Al menos dos detenidos fue el resultado de una violenta revuelta, en medio de una festividad religiosa en honor a Santa Ana, pero en un paraje rural cercano a la localidad de San Miguel. Un lugareño amenazó a los policías con su facón y un rebenque, y todo terminó en un cruce de golpes y tonfazos por parte de los uniformados y de la familia de uno de los involucrados.

Los incidentes tuvieron lugar el sábado 27, alrededor de las 17:30, en la Parroquia Santa Ana, ubicada en el Paraje Yataití Poí, a unos ocho kilómetros de la localidad de San Miguel. Todo se desarrollaba con total normalidad y sin ningún sobresalto. Los lugareños habían compartido un almuerzo comunitario y luego en la sobremesa se dispuso un gran baile con algunos conjuntos chamameceros locales.

«Sonaba Víctor Barrio y su conjunto», cuando repentinamente la tranquilidad de la festividad religiosa se vio alterada por gritos, empujones, corridas y la polvareda en medio de la pista de baile, con algunos cayendo al suelo en medio de forcejeo; entre ellos uniformados.

«Fue Abel quien comenzó todo el problema. Desde temprano ya le estaba buscando camorra a los policías. Entró armado con un facón en su cintura y un arreador y los efectivos le llamaron la atención, ya que siempre anda haciendo problemas, peleando y su familia a la par suya», explicó un lugareño que pidió reserva de identidad al contar lo sucedido.

Había varios uniformados en el lugar a modo preventivo, pero ninguno de ellos sospechó lo que iba a suceder. Algunos de los policías recibieron golpes de puño, patadas y hasta fueron atacados a ladrillazos por algunas jóvenes.

«Nos arruinaron la festividad religiosa que venía llevándose tranquila y sin problemas. Era una reunión donde había muchas familias y que venimos realizando hace mucho tiempo. Una lástima que haya terminado en escándalo y lo peor, que todo Corrientes tuvo que ver esos incidentes», concluyó el vecino.

Ayer trascendió que fueron al menos dos las personas demoradas por la Policía por alteración del orden público, atentado y resistencia a la autoridad con lesiones leves. Si bien los cargos son graves, fuentes oficiales indicaron que los demorados ya habrían quedado en libertad.

Increíblemente, los incidentes ocurrieron en medio de lo que debía ser una festividad religiosa y en el predio de la misma parroquia, con el sacerdote presente en el lugar.

Lamentablemente, los disturbios se extendieron por casi una hora. La Policía le puso fin a la fiesta y le costó poder desalojar el lugar. Como si la pelea con el peón rural no hubiera sido suficiente, los uniformados fueron atacados luego a ladrillazos por varias mujeres; presuntamente familiares de los detenidos, quienes, pese a tener niños en brazo, arremetieron contra los efectivos.

Después de un buen rato, todo se calmó. Los demorados fueron remitidos a la comisaría de San Miguel, donde ahora continúan con las diligencias judiciales.

Tras el escándalo de la fiesta patronal, ahora las autoridades religiosas del lugar se están replanteando suspender otras actividades similares para evitar más incidentes.