El joven ya había sido detenido al menos cuatro veces en el último mes por distintos robos contra la propiedad y no quedaba más de 24 horas encerrado en comisaría. Su padre vaticinó que serían los vecinos quienes se «encargarían de escarmentarlo», pero fue él.
Un joven delincuente de 25 años, con un extenso prontuario delictivo, murió ayer por la mañana, tras agonizar más de 18 horas, luego de ser apuñalado por su propio padre durante una fuerte discusión en una vivienda del barrio Molina Punta.
El hombre recriminaba a su hijo por la «mala vida» que llevaba y el daño que causaba a la gente y este, reaccionó violentamente, pero terminó acuchillado. En el último mes había sido detenido cuatro veces por distintos hechos delictivos en la zona norte de la capital correntina. El autor del homicidio se entregó voluntariamente junto con el arma usada en el crimen.
Facundo Agustín Gutiérrez, alias «El Gordo», tenía 25 años y un historial delictivo larguísimo de varios años, a lo que se le sumaba el problema de consumo de estupefaciente que lo llevó a delinquir todo el tiempo. En menos de un mes ya había sido detenido varias veces. Su padre ya había dicho, que su hijo iba a terminar muerto en manos de los vecinos por todo el daño que generaba.
El incidente ocurrió pasada las 15 del sábado, en un pasillo de la calle Jabalí 1, dentro del barrio Molina Punta. Justo allí vive Claudio, padre de Agustín, donde se desató una fuerte discusión entre ambos. Ya eran casi cotidianas y el motivo era recurrente. El hombre le reclamaba a su hijo que enderece su camino, que se busque un trabajo y deje de robar; pero aturdido por el consumo de drogas se violentó contra su progenitor, lo atacó y este se defendió con un cuchillo que encontró a mano. Uno de los puntazos le cortó la arteria femoral al «El Gordo» que cayó malherido.
Lo encontraron tirado en un pasillo, frente a la casa del padre. Debido a la gravedad de la lesión, los policías lo trasladaron en la patrulla. En el camino, una ambulancia del 107 continuó la posta sanitaria hasta el Hospital Escuela.
Extrañamente, los médicos del nosocomio, así como el de la propia Policía determinaron inicialmente que Gutiérrez tenía una «herida leve» y al parecer estaba fuera de peligro y por ello, no se había iniciado ninguna causa en contra del padre, sino hasta la mañana de ayer, cuando se confirmó la muerte del joven. A la madrugada había sufrido un colapso general, luego de haber perdido muchísima sangre y un paro cardíaco lo terminó matando.
Durante su arresto, Claudio les habría contado a sus custodios que la pelea habría comenzado por la mala vida que llevaba Agustín. Un drama que ya se veía que terminaría en tragedia. Tras ser notificada las autoridades de la comisaría Décimo Séptima, fueron a detenerlo, cercaron la cuadra con colaboración de la comisaría Novena, pero el hombre resignado se entregó voluntariamente y junto con él, llevó el cuchillo con el que le quitó la vida a su hijo. El detenido fue trasladado a la dependencia policial, donde se le notificó del inicio de una causa por homicidio, quedando a disposición de la Justicia.