Territorios de cuatro provincias de Ucrania ocupados por el Ejército ruso celebraban hoy el último día de votaciones de referendos de incorporación a Rusia que se espera se sigan de su anexión y que han elevado la tensión entre el Kremlin y Occidente por amenazas rusas de usar armas nucleares.
La anexión formal, que podría proclamarse este viernes, amenaza con inaugurar una nueva y peligrosa fase tras siete meses de guerra, ante la advertencia rusa de que desde entonces estará defendiendo su propio territorio y que, por lo tanto, podría recurrir a armas atómicas para protegerlo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo hoy que los referendos de incorporación buscan proteger a los pobladores de las provincias orientales de Lugansk, Donetsk y sureñas de Zaporiyia y Jerson de ataques del Ejército ucraniano.
«El salvamento de las poblaciones de todos estos territorios en los cuales se celebran estos referendos se encuentran (…) en el centro de la atención de nuestra sociedad y todo el país», declaró Putin en una reunión gubernamental.
Su vocero afirmó horas antes que los referendos tendrán «consecuencias» radicales en estos territorios, sobre todo en el ámbito de la seguridad.
«La situación legal cambiará radicalmente desde el punto de vista del derecho internacional y eso tendrá también consecuencias sobre la seguridad en estos territorios», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial y del Kremlin, a periodistas en Moscú.
Ucrania ha condenado la celebración de los referendos y denunciado los planes de anexión rusa, pero también ha dicho que ambas cosas son resultado de una contraofensiva de sus fuerzas que ha puesto contra las cuerdas a Rusia.
Putin ha rechazado esas afirmaciones, y su Gobierno ha advertido que cualquier ataque de Ucrania a esos territorios provocará una escalada devastadora, incluyendo el posible uso de su arsenal nuclear.
La semana pasada, el mandatario decretó una gran movilización de hasta 300.000 reservistas para la ofensiva en Ucrania, y su ministro de Defensa dijo que su objetivo era proteger la «línea de contacto» entre ambos Ejércitos en Ucrania y los territorios ocupados por el Ejército ruso.
Las potencias occidentales se han mantenido firmes junto a Ucrania y han denunciado los referendos.
La Unión Europea (UE) dijo hoy que se sumará al Reino Unido y sancionará a los responsables de la organización de los referendos.
La canciller de Francia, Catherine Colonna, de visita en Kiev, dijo hoy que París estaba determinado a «apoyar a Ucrania y su integridad territorial y soberanía», informó la agencia de noticias AFP.
Putin justificó varias veces la invasión de Ucrania acusando a su Gobierno de haber matado a miles de civiles en una ofensiva lanzada en 2014 contra separatistas ucranianos que desde entonces controlan gran parte de Donetsk y Lugansk.
La ONU dice que más de 14.000 personas murieron por la ofensiva ucraniana en esas dos provincias, que forman una región conocida como Donbass, hasta la invasión rusa lanzada en febrero pasado.
En Moscú, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, el expresidente ruso Dmitri Medvedev, insistió con las advertencias sobre el uso de armas nucleares en los términos más directos usados por el Kremlin hasta este momento.
“Imaginémonos que Rusia se vea forzada a usar el arma más poderosa contra el régimen ucraniano que ha cometido agresiones a gran escala, lo cual es un peligro para la existencia misma de nuestro Estado», escribió Medvedev en la aplicación de mensajería Telegram.
“Creo que, en ese caso, la OTAN evitará entrometerse de manera directa en el conflicto», agregó.
Estados Unidos, que suministra armas a Ucrania para pelear con Rusia, ha dicho que la amenaza rusa de usar armas nucleares no es real y busca causar temor.
Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional estadounidense, dijo la semana pasada que Rusia no usará esas armas porque pagaría un alto precio, que no especificó.
El posible uso de armas atómicas ha agravado las preocupaciones por la guerra en Ucrania, que ya ha causado una ola inflacionaria mundial resultante de un gran aumento del precio de los alimentos y la energía, con desabastecimiento de productos en algunos países.
El conflicto también hace temer una crisis energética en Europa del Oeste ante la inminente llegada del invierno, y Alemania dice que perturbaciones registradas en el flujo de gas ruso son acciones deliberadas con las que Rusia busca presionar a Europa por su apoyo a Ucrania.
El Ministerio de Economía alemán dijo hoy que el gasoducto Nord Stream 1 que va de Rusia a Europa registró hoy una disminución de presión de flujo, horas después de que Dinamarca informara de una fuga en el gasoducto Nord Stream 2 frente a una de sus islas.
Ese segundo gasoducto también va de Rusia a Europa por debajo del mar Báltico.
Peskov dijo en Moscú que las problemas en los gasoductos eran «muy alarmantes» y que serán investigados. El vocero no descartó que sean producto de un sabotaje.
El Ministerio de Defensa británico dijo hoy que Putin hablará ante el Parlamento el viernes y que podría proclamar la anexión de los territorios ocupados en Ucrania que han celebrado referendos.
Se espera que el resultado de las consultas sean favorables a la incorporación a Rusia, pero también que sean desconocidos por la inmensa mayoría de los países, así como nunca fue reconocida la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea, en 2014.
Las consultas comenzaron a celebrarse hace cinco días.
Medios rusos han especulado con que Putin podría también declarar la ley marcial y cerrar las fronteras para todos los hombres en edad de combatir, como hizo Ucrania al inicio del conflicto.
Su decisión de decretar la movilización de reservistas ha desatado protestas dentro de Rusia con cientos de detenidos, según una ONG.
Países fronterizos con Rusia han informado de un aumento de los ingresos de rusos, lo que medios han atribuido al deseo de evitar ser reclutados.