El brasileño Marcos Vitor, de 24, fue condenado en ausencia a 33 años de cárcel por abusar de una sobrina y una hermanita, aunque creen que hay más víctimas. La confesión de sus crímenes que hizo a su madrastra por Whatsapp.
Marcos Vitor Aguiar Dantas Pereira se había dejado crecer el pelo y la barba, pero eso no impidió que lo reconocieran los agentes de la PFA. El brasileño de 24 años, condenado en ausencia en su país a 33 años de cárcel por el abuso sexual de su hermanita y una prima, estaba prófugo desde hace más de un año cuando cayó frente al shopping Los Gallegos de Mar del Plata.
Para todos, Marcos era un joven de clase media, educado, respetuoso, inteligente y estudioso. Un estudiante de medicina tranquilo, en pareja, que no solía salir, no tomaba ni causaba jamás problemas. “El yerno ideal”, pensaban. Pero esta fachada se derrumbó en julio de 2021, dos años después de que dejara la ciudad de Teresina, en el estado de Paiuí, para irse a la universidad en Manaos. Esa distancia fue lo que le dio fuerzas a dos de sus primas para denunciar los abusos que habían vivido.
Una de las víctimas, ahora de 13 años, es hija de la abogada Priscila Karine Coelho Campos, hermana de la madrastra de Marcos Vitor. Fue abusada por el joven desde los 5 hasta los 10 años.
Según contó su mamá al diario O Globo, su hija recibe tratamiento psicológico desde los 6 años y tomaba antidepresivos. La chiquita vivía “triste y callada” y tenía cambios de conducta que a sus papás les hacían sospechar de algún posible abuso, pero cuando le preguntaban, “ella no decía nada”.

La adolescente “se autolesionaba, había dejado la escuela, subió de peso, quería raparse la cabeza, no quería bañarse para no llamar la atención de nadie”, explicó Karine al sitio GP1. “Mi hija es el estereotipo de la niña abusada”, resumió. Según dijo, fue una de sus sobrinas, que también fue víctima de Marcos Vitor, quien le contó todo.
“Una prima dijo que Marcos Vitor había violado a mi hija desde que tenía 5 años, y finalmente ella me lo confirmó, pero solo fue capaz de decirlo porque él se había ido a Manaos”. Después de abrirse, su hija comenzó a mejorar, dijo Karine.
Los abusos a su hija habrían comenzado durante un viaje de toda la familia a Uruguay. En las declaraciones judiciales, las víctimas dijeron que Marcos Vitor se encerraba en la habitación con ellas y las tocaba. También que las obligaba a practicarle sexo oral.
La primera de las víctimas conocidas de Marcos Vitor, S., ahora de 23 años, relató al diario O Globo los abusos que sufrió cuando ella tenía 12 años y él 15, cuando se quedaba en la casa de sus tíos. “Me tiraba la sábana de madrugada y tocaba mucho mis partes íntimas, me dolía mucho, me pasaba la noche llorando, asustada, angustiada. Y me decía que si se lo contaba a alguien nadie me iba a creer porque él era considerado un muy buen chico”, dijo. “A veces pasaba días sintiendo dolor hasta para hacer pis”, contó.

Para evitar los abusos, encontró la manera de no ir más a la casa de sus tíos. “Si no hubiese tenido tanto miedo y vergüenza, lo hubiera dicho y mis primas no hubieran pasado por lo que pasaron”, se lamentó la joven, que ahora es estudiante de enfermería.
Al enterarse de lo que le había pasado a sus sobrinas, la madrastra de Marcos Vitor sospechó que el joven también podría haber abusado de sus hermanitas, aunque se resistía a aceptarlo. “Siempre lo crie como si fuera mi hijo. Él no le haría eso a su propia hermana”, pensaba. No había notado nunca nada. Pero entre lágrimas, las niñas, de 9 y 3 años, le confirmaron lo peor. “Teníamos un monstruo dentro de casa”, dijo.
La confesión en un mensaje de Whatsapp
En un primer momento, Vitor borró toda su cuenta de Instagram y dejó solo un mensaje en el que negaba las acusaciones en su contra y afirmaba que “lo que haya que aclarar lo haría con las autoridades competentes”. Pero en un aberrante mensaje de Whatsapp a su madrastra, confesó lo que había hecho.

“Esa fue una parte oscura de mi vida de la que me avergüenzo mucho y a la que nunca quise volver. No hay nada que justifique lo que pasó, nada que me detenga”, escribió Vitor.
“Solo puedo pedirte perdón a vos y a toda la familia que me recibió tan bien, haré lo que sea para tratar de revertir todo el impacto negativo que causé, lo que sea para dejar este pasado a un lado”, afirmó el joven en un largo mensaje en el que decía que extrañaba a sus hermanas y soñaba con llevarlas a estudiar a Estados Unidos.
“Entiendo si no me perdonan; yo tampoco sé si me perdonaría a mí mismo, pero quiero que sepas que ese no soy yo”, escribió antes de darse a la fuga.
Una condena de 33 años de cárcel
El 8 de noviembre de 2022, Marcos Vitor fue condenado en ausencia a 33 años, ocho meses y siete días de cárcel. Aunque fueron cuatro las denuncias en su contra, el titular del Juzgado Penal en lo Criminal Nº6 de Teresina, Raimundo Holland Moura Queiroz, solamente encontró pruebas suficientes para condenarlo por dos casos de abuso sexual.
Según el abogado de la familia de las víctimas, Rodrigo Araújo, el estudiante fue condenado a 23 años y 4 meses por la violación de su hermana y a 10 años, 4 meses y 7 días por la violación de su prima.

En diálogo con el sitio GP1 poco después de que el joven pedófilo se diera a la fuga, Karine reclamaba Justicia y acusaba a otros familiares de Vitor de haberlo ayudado a escapar. “Queremos que se haga justicia, que pague por el crimen que cometió”, dijo. “Tarde o temprano lo encontrarán y pagará por lo que ha hecho”, afirmaba en octubre de 2021. Y finalmente sucedió.