Hugo Tomei está al frente de la defensa de los ocho rugbiers desde 2020, pero también se sumó Emilia Pertossi, que es familiar de tres de los rugbiers acusados.
Esta semana se dio inicio en Dolores del juicio contra los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, que fue asesinado a golpes en una calle de Villa Gesell en enero de 2020. Al frente de la defensa de los rugbiers se encuentra Hugo Tomei, quien agotó todas las instancias judiciales para que el juicio fuese anulado y la causa volviese a foja cero.
Pero no está solo: junto a él se pudo ver a Emilia Pertossi, familiar de tres de los rugbiers que aquella fatídica madrugada asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa frente al boliche Le Brique de Villa Gesell.
Quién es Emilia Pertossi
Dentro del equipo de Hugo Tomei se encuentra Emilia Pertossi, que es hermana de dos de los acusados, Luciano y Ciro, y prima de Lucas.
La llegada de Emilia Pertossi no debería sorprender, no sólo porque es familiar de tres de los acusados sino porque es abogada penalista y trabaja hace dos años con su padrino, que es Hugo Tomei.
«Voy a demostrar que fue un indebido proceso ilegal», prometió este lunes Tomei, quien está al frente de la defensa de Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayton Viollaz, Blas Cinalli, los hermanos Luciano y Ciro Pertossi y su primo, Lucas Pertossi, desde enero de 2020, cuando los jóvenes fueron arrestados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Pero lo primero que hizo el tribunal de Dolores fue rechazar el pedido de nulidad por parte de Tomei al considerar que no se vulneró el debido proceso durante la detención de los acusados, quienes estuvieron alojados hasta esta semana en la Alcaidía 3 de Melchor Romero, partido de La Plata.
Tomei, que es de Zárate igual que los imputados, logró que dos de los 10 rugbiers originalmente involucrados en el crimen de Fernando Báez Sosa fuesen desvinculados de la causa. Hoy en día sostiene que seis de los jóvenes que llegaron a juicio son inocentes.
La dedicación de Tomei es tal que tras asumir la defensa de los rugbiers se instaló en la costa atlántica bonaerense para buscar durante casi tres años las pruebas de la supuesta irregularidad en el trabajo de la Policía bonaerense, de la fiscal de Villa Gesell, Verónica Zamboni, y del equipo forense que analizó los celulares de los acusados.