La empresa había detenido previamente las operaciones en su planta de Villa Constitución hasta el 15 de julio. Actualmente, ofrecieron un esquema de ceses temporales para los trabajadores debido a una caída del 45% en la demanda.
La metalúrgica Acindar, que detuvo las operaciones en su planta de Villa Constitución y otras instalaciones industriales, acordó con el sindicato un esquema de suspensiones por el cual los empleados trabajarán solo dos de los últimos seis meses del año.
En un contexto de profunda caída de la actividad industrial, la empresa, propiedad de Arcelor Mittal, reporta una reducción del 45% en las ventas, lo que obliga a disminuir las horas de producción.
“Nos plantearon un esquema de trabajo de dos meses para los próximos seis”, declaró Pablo González, secretario general de la UOM Villa Constitución, al diario El Norte. En junio y julio, los trabajadores suspendidos recibirán el 83% de su salario neto; en agosto, el 80%, y de septiembre a fin de año, el 75%, excepto en los períodos en que cumplan funciones en la fábrica.
Voceros de la compañía informaron a Infobae que no planean detener la producción más allá de las tres semanas de parada vigentes hasta el 15 de julio. La empresa pretende continuar operando, aunque con un acuerdo de suspensiones para reducir costos laborales, dado que actualmente no hay suficiente demanda para sus productos. Además, se mantienen abiertos los retiros voluntarios junto con otras medidas de crisis.
“En principio, las paradas afectan a las plantas de Villa Constitución, Rosario y San Nicolás. Están en evaluación las plantas de La Tablada (PBA) y Villa Mercedes (San Luis)”, añadieron los voceros de la compañía. Las suspensiones impactarán a 450 empleados bajo convenio, de manera rotativa para minimizar el impacto. Las fechas de las paradas varían entre plantas y etapas del proceso productivo. En la planta principal de Villa Constitución, la acería se detendrá por tres semanas a partir del 24 de junio. Se espera que para el 15 de julio los tres trenes laminadores ya estén operando normalmente.
A pesar de las declaraciones de los dirigentes gremiales, Acindar explicó que los cuatro meses de suspensión acordados dependen de múltiples variables. El esquema de dos meses de trabajo no es rígido y se aplicará de forma escalonada para reducir al mínimo el impacto en los ingresos de los trabajadores. El acuerdo permite las suspensiones, pero no las hace ineludibles.
La situación de Acindar es una de las más notorias en un panorama industrial muy negativo. Según el IPI-OJF, en mayo la producción industrial se contrajo un 9,8% respecto al mismo mes del año anterior, acumulando una caída del 9,2% en los primeros cinco meses del año. La medición desestacionalizada registró una caída mensual del 1,0 por ciento. En este contexto de debilidad industrial, las metalúrgicas, muy dependientes de la construcción, son las más afectadas.
“La manufactura de metales básicos fue el sector más contractivo en mayo, con una caída del 33,6%. La producción de acero crudo disminuyó un 51,8% en comparación con el año anterior. También se destacó la contracción del 40,9% en laminados terminados en caliente y del 21,2% en los terminados en frío”, señaló el reporte de OJF.
“La caída del nivel de actividad fue mayor a la esperada, estimándose en un 45%. Esto obliga a la empresa a ajustar su producción a la demanda y a buscar nuevos canales de exportación para compensar la caída del mercado interno”, confirmaron fuentes de Acindar.
La última vez que la compañía paralizó su producción fue casi un mes, entre marzo y abril, afectando también otras plantas en el país. El sector responsabiliza al Gobierno de Javier Milei por la reducción de la obra pública, que impactó en la demanda de productos en más del 40%.
En este marco, Acindar se ve obligada a regular la actividad de sus plantas industriales para ajustar la producción a la mitad de su nivel histórico, reduciendo de 1,2 millones de toneladas anuales a 600 mil. La compañía emplea a 2.600 personas directamente, además de 2.000 contratados.
Durante la primera paralización del año, fuentes oficiales admitieron que Acindar tenía una capacidad productiva de 1.400 toneladas por año. En 2023, esta se redujo a 1.000 toneladas, y para este año se preveía una disminución a 800 toneladas. Sin embargo, desde diciembre, la caída fue superior a lo estimado, entre el 35% y 40%.
La empresa cuenta con una extensa red de distribución comercial con 125 puntos de venta en todo el país, y planea mantener el abastecimiento utilizando el stock existente.