El conflicto salarial en el Hospital Garrahan sigue escalando. En una masiva asamblea realizada este martes, el personal de planta y los médicos residentes rechazaron de forma categórica la oferta del Ministerio de Salud de un bono no remunerativo de 300.000 pesos, y decidieron continuar con las medidas de fuerza.
El nuevo paro fue convocado desde las 21 horas del miércoles 4 hasta las 7 de la mañana del viernes 6 de junio, e incluirá una movilización hacia Plaza de Mayo este jueves al mediodía. También se sumarán trabajadores del Hospital Posadas, que vienen denunciando condiciones salariales similares.
“El hospital, así, es inviable”, sentenció Gerardo Oroz, secretario adjunto de ATE en el Garrahan. Según detalló, una enfermera gana 900.000 pesos, por debajo de la línea de pobreza, mientras que la canasta familiar se ubica en $1.800.000.
Desde la Junta Interna de ATE acusaron al Gobierno de incumplir la conciliación obligatoria, al no haber convocado instancias formales de negociación. Además, denunciaron que desde el Ministerio se emitieron “comunicados descalificadores”, tildando a los trabajadores de “ñoquis” y “mintiendo sobre quiénes sostienen el hospital”.
A la protesta se suman otros reclamos paralelos:
- Acompañamiento a la marcha de jubilados este miércoles.
- Paro del turno franquero el sábado de 7 a 14.
- Posible paro por 48 horas los días 10 y 11 de junio, si no hay respuestas oficiales.
Los médicos residentes también rechazaron el bono, señalando que “no garantiza estabilidad ni mejora real” en los ingresos. “Ya tuvimos un bono de 200.000 pesos, ahora nos ofrecen 300.000, pero eso no alcanza ni al salario básico en CABA, que es de $1.353.000”, explicó una residente durante la asamblea.
La situación se replica en el Hospital Posadas, donde un residente R1 cobra $797.000 por más de 60 horas semanales de trabajo. Desde allí también se exige una mesa de diálogo nacional con el Ministerio de Salud. Advirtieron que si no hay respuesta antes del 9 de junio, iniciarán un paro sin guardias a partir del día siguiente.
El reclamo por mejoras salariales y condiciones laborales dignas se intensifica, y evidencia una crisis creciente en el sistema de salud pública, donde el personal advierte que la atención médica está en riesgo si no hay una respuesta estructural y urgente por parte del Estado.