El diputado nacional Javier Milei aseveró que su propuesta para combatir la inflación, en el caso que llegara a ser presidente de la Nación, será la de dolarizar; dejar de lado el peso argentino y reemplazarlo por la moneda norteamericana.
El economista Rubén Serruya salió al cruce de esta idea y aseguró que “dolarizar la economía argentina provocaría una pérdida total de nuestra soberanía y volvería a estallar todo por los aires como en el 2001”.
¿Pero qué implicaría ese paso para el país? ¿Qué pasaría con la economía argentina si esto prosperara? Esta propuesta de Milei, sumó adeptos no solamente entre los libertarios, sino también en algunos dirigentes de Juntos por el Cambio, como es el caso del diputado radical y abogado puntano Alejandro Cacace.
Serruya, licenciado en Economía, analizó esta iniciativa y consideró que los países que dolarizaron sus economías, como el caso de Ecuador, El Salvador y Panamá “ingresaron en profundas crisis económicas y sociales similares a la sucedida en Argentina en el 2001″.
En diálogo con “El Dedo en la Llaga” por Radio Independencia 106.9, Serruya contempló que “dolarizar la economía argentina implicaría que seamos garantes de la fuga de capitales, pero además provocaría una destrucción de la industria local y con ello el empleo, ya que la mayoría de los países que dolarizaron se convirtieron en importadores de productos».
«Los que plantean esta propuesta asumen que la inflación es un fenómeno netamente monetario provocado por la emisión monetaria del Banco Central, por lo que al dolarizar la inflación desaparecería con la emisión. Pero esto no es así, ya que la inflación es multicausal, entre ellas, se encuentran la gran concentración de mercado, el tipo de cambio internacional, entre otras», explicó Serruya.
A la hora de apuntar los primeros efectos que causaría una inflación en la economía nacional, analizó que “lo primero que provocaría, es una pérdida total de soberanía, ya que limita el margen de maniobra del gobierno ante cualquier shock externo, muchas veces provocados por fondos especulativos».
El economista ejemplificó las consecuencias que puede traer aparejada una dolarización en Argentina con lo que pasó en nuestro país durante la década del 90.
“En los 90, durante la vigencia de la Ley de convertibilidad 1991-2001, se privatizaron empresas estatales, se destruyó la industria nacional, el empleo y se mega endeudó al país. Se vivió una realidad que no era real, solo ganaron unos pocos, y terminó todo estallando por los aires en diciembre del 2001”, proyectó.