El kiosquero Roberto Sabo, asesinado el pasado domingo durante un asalto en su comercio de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, partido de La Matanza, recibió cuatro disparos en el tórax que le provocaron la muerte, según el resultado preliminar de autopsia.
El informe sobre el estudio forense practicado al cuerpo de Sabo (45) indica que el kiosquero recibió “por lo menos el impacto de cuatro proyectiles”, dijo a Télam un vocero con acceso a la investigación.
“No quiere decir -agregó- que los impactos hayan quedados alojados, sino que pueden tener orificio de entrada o salida. Todos los impactos fueron en la zona del tórax”.
El fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, aguarda para este mediodía la conclusión de la autopsia para agregar al expediente y avanzar con el pedido de prisión preventiva del acusado del crimen, Leandro Daniel Suárez (29),
“El caso está prácticamente cerrado”, confió a esta agencia un investigador, quien dijo que se reúnen los elementos para requerir la elevación a juicio de causa en tiempo récord.
Por el hecho, Suárez fue indagado ayer por el delito de «homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego» en perjuicio de Sabo y también por «robo calificado -dos hechos-, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, portación ilegal de arma de guerra», todo ello agravado por la «participación de un menor de edad».
Esos hechos son por el robo de un auto cometido antes del crimen de Sabo y el de una moto, concretado luego, todo junto a una menor de 15 años que, por su edad, es inimputable.