En medio de la intensificación de la campaña de prevención del dengue en Argentina, un equipo de especialistas del CONICET realizó un hallazgo que podría cambiar las estrategias de control de la enfermedad.
Según un estudio reciente publicado en la revista Parasites & Vectors, los mosquitos Aedes aegypti—principales transmisores del dengue—han desarrollado una mutación genética que les otorga una notable resistencia a los insecticidas más utilizados, los piretroides.
El descubrimiento es crucial, ya que los piretroides han sido fundamentales en las campañas de control del mosquito. Sin embargo, desde 2013, se habían comenzado a observar fallas en su efectividad, especialmente en localidades como Salvador Mazza, en la provincia de Salta, donde la aplicación de estos productos no lograba reducir significativamente la población de Aedes aegypti.
Laura Harburguer, directora del estudio e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef) y en el Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas de Villa Martelli (Cipein), explicó la gravedad del hallazgo. “A través de ensayos toxicológicos comprobamos que la mutación está correlacionada con la capacidad de soportar el efecto de insecticidas del grupo de los piretroides”, afirmó Harburguer.
El estudio también trajo consigo una noticia alentadora. Los investigadores identificaron que el pirimifosmetil, un compuesto organofosforado, sigue siendo efectivo contra todas las poblaciones de Aedes aegypti recolectadas en el campo. Aunque este insecticida aún no está aprobado en Argentina, cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se utiliza en varios países para combatir el dengue.
“Si se siguen las recomendaciones de uso de este compuesto, sería una alternativa de control para reducir el vector del dengue en nuestro país”, señaló Harburguer. Además, agregó que los estudios realizados ya han sido elevados al Ministerio de Defensa y de Salud, confirmando la eficacia y seguridad del pirimifosmetil.
No obstante, Harburguer subrayó la importancia de adoptar un enfoque de manejo integrado. Esto incluye el descacharrado, el control de las larvas y la participación activa de la comunidad para complementar el uso de insecticidas y prevenir la propagación del dengue en el país.