Su existencia no era precisamente un secreto en el círculo de allegados de Marilyn Manson.
Una docena de mujeres han roto su silencio para presentarse como víctimas de abusos sexuales y psicológicos a manos de Marilyn Manson, incluidas algunas de sus exnovias y una antigua asistente personal, y varias de ellas han emprendido además acciones legales en su contra mientras el roquero sigue negando vehementemente todas las acusaciones.
El febrero, la actriz Evan Rachel Wood -una de sus parejas más conocidas- identificó al controvertido artista como su maltratador, sobre el que había hablado en varias ocasiones en el pasado, pero sin dar su nombre, y aseguró que él le había lavado el cerebro aprovechándose de su juventud cuando se conocieron -ella tenía 19 años- para someterla a una dinámica de malos tratos de que define como terrible.
La revista Rolling Stone ha publicado ahora un nuevo artículo en el que recoge el testimonio de varias de sus supuestas víctimas, que han desvelado que el músico tenía un pequeño cuarto del tamaño de un probador en su antiguo apartamento de West Hollywood, construido como un estudio de grabación casero, pero que él utilizaba como cámara de castigo.
Su existencia no era precisamente un secreto en el círculo de allegados de Marilyn Manson, como ha confirmado a la publicación uno de sus exempleados, y él alardeaba abiertamente de su habitación ‘para chicas malas’ en la que encerraba a cualquiera que le enfadara porque ahogaba sus gritos.
La modelo Ashley Morgan Smithline, que conoció a Manson el verano después de que concluyera su relación con Wood y le ha demandado por agresiones sexuales entre otros cargos, sostiene que el intérprete la confinaba a ese cuarto durante horas y que, si se resistía a entrar, él solo lo disfrutaba aún más.