Norma Abate de Mazzucchelli fue condenada por mal desempeño, conducta lesiva para los intereses de la sociedad e indignidad moral.
La jueza Norma Abate de Mazzucchelli, quien se desempeñaba como presidenta de la Cámara Cuarta en lo Civil, Comercial y de Minas de La Rioja, fue destituida de su cargo luego de que un jury de enjuiciamiento la condenara por mal desempeño, conducta lesiva para los intereses de la sociedad e indignidad moral. Estaba imputada por pedir una coima de $8 millones a una familia para acelerar los trámites de una sucesión.
La denuncia se hizo pública a través de un informe de Telenoche a mediados de mayo. De acuerdo a la investigación, la jueza Abate de Mazzuchelli le exigió a una comerciante una coima de 8 millones de pesos para agilizar el expediente de una sucesión sin testamento y así liberar un pago que le correspondía a la mujer por la herencia de su tío, que había muerto hacía cuatro años.
Incluso, en un video grabado sin que la magistrada lo supiera, se la escucha quejándose de los bajos salarios y pidiendo «lo que cobraron ellos», en referencia al pago que reciben los abogados que intervinieron en la sucesión.
Según el relato de la comerciante, la jueza se acercó hasta su comercio horas después de su primer encuentro para avisarle que podría tener al día siguiente los oficios. Esto habría derivado en otra tercera reunión en el que Abate de Mazzucchelli solicitó una suma de dinero para destrabar la causa, a modo de “reconocimiento” del trabajo que implicaba activar esos expedientes, algo que incluiría dentro de los honorarios de la abogada que llevaba la sucesión, pero que cobraría ella.
En ese momento la jueza le preguntó sin rodeos: «¿Cuánto creés que podés (pagar)? ¿Quién te hizo todo? ¿Quién te manejó todo? Acá no fueron los abogados».
Y siguió:»Es simple, Manuela. Acá nadie te va a poner un revólver en el pecho, voy a regular unos honorarios para tu abogada y esos honorarios van a ser los míos. Vos me entendés, porque sos inteligente».
Luego de eso, siempre siguiendo el relato de la comerciante riojana, Abate de Mazzucchelli escribió un “8″ en un papel, requiriendo 8 millones de pesos por el proceso y cuestionando el trabajo de los abogados que llevan el expediente. Segundos después, habría intentado negociar otro monto al preguntarle a la comerciante cuánto estaba dispuesta a pagar.
Luego de que se difundiera el escándalo, Abate de Mazzucchelli presentó la renuncia ante la Secretaria Administrativa del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, donde se trató el tema como instancia previa a su envío al Consejo de la Magistratura provincial. Tras esta instancia, la causa se elevaría a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Pero el Tribunal Superior de Justicia no aceptó la renuncia de la jueza.
Entonces, tras el análisis de las pruebas presentadas por la familia damnificada, la ahora exjueza fue investigada por el fiscal provincial Luis González Aguirre. Tras comprobar que existía un «relato preciso y congruente» de parte de la denunciante, el fiscal ordenó la protección de la mujer y se encargó de imputar a la jueza por infringir el artículo 266 del Código Penal, sobre la ética en el ejercicio de la función pública.
La funcionaria judicial finalmente fue sometida a un jury de enjuiciamiento que este martes la condenó y ordenó su destitución.
Abate de Mazzucchelli también formaba parte de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, entidad que decidió suspenderla preventivamente de su cargo como vicepresidenta primera y como socia luego de que se conociera el escándalo.