Detienen a un exjefe de Gendarmería acusado de liderar una banda narco

La organización criminal operaba entre la localidad salteña de Orán y la provincia de Mendoza.

Un exjefe de Gendarmería Nacional Argentina, su hijo y dos agentes del Servicio Penitenciario de Salta fueron detenidos junto a otras cuatro personas, luego de un importante operativo en el que se incautaron 31 kilogramos de cocaína,cuyo valor estimado superaba los 1.500 millones de pesos.

Según informaron las autoridades, la banda, que también se dedicaba a la comercialización de éxtasis, compraba las cantidades de drogas y luego trasladaba los cargamentos desde la localidad norteña de Orán a la provincia de Mendoza.

La causa que derivó en el arresto de los integrantes del grupo narco, encabezado por el gendarme Miguel Ángel Torres, se inició el pasado 7 de mayo de 2024, cuando, en esa oportunidad, se decomisaron 99 kilogramos de marihuana en un control situado en el puesto El Naranjo, Salta. En ese marco, tres personas fueron arrestadas.

En las primeras horas de investigación apareció un nombre vinculado al cargamento: Antonio Agustín Gutiérrez. La pesquisa profundizó sobre su entorno y encontraron vínculos con el gendarme recién jubilado, además de su hijo, Miguel Emanuel Torres Ibba, y Diego Andrés Bahamonde.

Entre las personas cercanas también detectaron presuntos lazos con Sandra Mariela Areco Florentín y Daniel Antonio Olivera Serrano. La primera es personal administrativo de las cárceles salteñas, mientras que el segundo, que es su marido, era un uniformado de la misma fuerza. Lo echaron hace pocas semanas, previo a su detención.

Las tareas de inteligencia y trabajo de campo que llevó adelante la Policía concluyeron que entre todos conformaban una organización criminal, con una clara distribución de roles. También establecieron que compraban la droga en Bolivia, para luego acopiar los cargamentos en la ciudad de Orán y, desde allí, llevarlo a Mendoza.

Fuentes judiciales indicaron que la banda operaba siempre con una misma modalidad: armaban un convoy de dos o tres autos para el traslado. Toda la droga iba en un mismo vehículo, mientras que el resto oficiaba de “puntero”, para alertar a los cómplices sobre controles de ruta o presencia de fuerzas de seguridad.

De acuerdo a lo establecido por el Ministerio Público Fiscal, los Torres tenían un acuerdo con otra banda que operaba en Orán para participar del negocio ilícito. Con ese otro grupo habrían mantenido una deuda, que obligó al ex gendarme a vender una propiedad para pagarles y evitar un ajuste de cuentas.

El juez federal de Salta, Julio Bavio, dictó prisión preventiva para todos los detenidos. Areco Florentín, una de las implicadas, fue la única en recibir arresto domiciliario. La investigación continúa bajo la supervisión de los fiscales generales Eduardo Villalba y Carlos Martín Amad, quienes aún intentan determinar si la droga tenía como destino final Mendoza o si también se enviaba a Chile.