La policía de Entre Ríos detuvo esta semana al periodista deportivo Sebastián Infanzón cuando se encontraba en el mismo hotel donde estaba alojado el plantel de Boca, que había viajado a Córdoba para disputar la llegada a final de la Copa de la Liga ante Estudiantes de La Plata.
Sobre Infanzón, de 45 años, pesaba un pedido de captura nacional e internacional expedido por la justicia de Entre Ríos, provincia donde se tramitan las denuncias por estafas y abuso sexual en su contra, informaron medios locales.
El periodista partidario de Boca se hacía pasar por representante de jugadores de las categorías juveniles y decía que tenía contactos en España para avanzar en sus carreras.
La causa legal se tramita en el Juzgado de Garantías N°8 de Paraná, a cargo de Pablo Nicolás Zof, desde donde salió la orden de detención contra el periodista deportivo, quien fue aprehendido el martes de esta semana cuando salía del hotel Holiday Inn de Córdoba para almorzar.
Según elementos aportados por familiares de las víctimas de estafa, Infanzón les pidió alrededor de U$S 8.000 para hacerse cargo de los trámites de ciudadanía de algún país de Europa, y de los traspasos ante la FIFA por futuras incorporaciones de los menores a grandes clubes europeos.
Además, en la causa radicada en Paraná se sostiene que Infanzón cometió un abuso sexual con acceso carnal contra la madre de uno de los jugadores, «valiéndose de la manipulación y coacción, sin mediar consentimiento», informaron fuentes del caso .
El operativo para la detención de Infanzón comenzó el lunes de esta semana, cuando personal de Delitos Fiscales de la Policía Federal y de la División Delitos Económicos de la Policía de Entre Ríos allanaron el domicilio del periodista.
En seguida los investigadores asumieron que el periodista estaría camino a Córdoba para ver a Boca, y efectivamente lo encontraron al día siguiente en el hotel donde se alojaba el plantel Xeneize.
De paso, Sebastián Infanzón es hermano de Christian Infanzón, otro periodista deportivo que dio la nota en octubre de 2023, cuando quedó demorado durante tres horas en una comisaría de San Pablo, en Brasil, por hacer un gesto racista contra los hinchas del Palmeiras tras el último penal acertado de Boca.
«No hubo ningún gesto de racismo, realmente estábamos trabajando y el festejó el gol de Boca, nada más lejano que agredir», defendió en ese entonces Sebastián Infanzón a su hermano Christian, que quedó desligado del episodio tras el análisis de las cámaras de seguridad.