La joven fue localizada en Grand Bourg y está acusada de haber participado en el homicidio durante un robo en Palermo.
Una mujer de 23 años fue detenida en las últimas horas por su presunta participación en el asesinato del reconocido economista Juan Pablo Jiménez, ocurrido semanas atrás en su departamento del barrio porteño de Palermo.
La detenida fue identificada como Agustina Milagro Contreras, oriunda de Grand Bourg, y quedó a disposición de la Justicia tras un allanamiento realizado en una vivienda de la calle Coronel Juan de San Martín al 100. En el operativo, a cargo de la DDI de San Martín, se secuestraron elementos clave para la causa.
La investigación, que se encuentra bajo la hipótesis de un homicidio durante un robo cometido bajo la modalidad conocida como “viuda negra”, permitió identificar a la joven gracias al análisis de cámaras de seguridad y redes sociales. Contreras fue luego entregada a la Policía de la Ciudad.
La víctima
El economista Juan Pablo Jiménez tenía 61 años y una destacada trayectoria académica. Era licenciado por la UBA, tenía dos maestrías —una en Políticas Públicas en la Universidad de Columbia (EE.UU.) y otra en Economía en el Instituto Di Tella— y fue autor de numerosos artículos y libros sobre desarrollo, finanzas públicas y cambio climático.
Ejercía como vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Financiación Local (AIFIL) y fue docente e investigador en instituciones como FLACSO, CEPAL y diversas universidades de América y Europa. Sus colegas lo recordaron como “un motor incansable” y “referente fundamental” dentro del ámbito académico.
El hallazgo
El cuerpo fue encontrado en el séptimo piso de un edificio ubicado en la calle Castex al 3400, tras un aviso del encargado y una trabajadora de limpieza, quienes se alarmaron al no recibir respuesta de la víctima.
Al ingresar al departamento, los efectivos hallaron a Jiménez sin vida, con las manos atadas y signos de haber sido amordazado. En la escena también había botellas de alcohol y sustancias presuntamente narcóticas.
Según los investigadores, no hubo signos de violencia en las cerraduras, lo que refuerza la hipótesis de que la víctima conocía a sus agresores o los dejó ingresar voluntariamente.
La causa sigue en etapa investigativa y no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas.