El presidente de los Estados Unidos ordenó que las mujeres trans, que estén privadas de su libertad, cumplan su condena en prisiones federales masculinas. Además, dictaminó detener las intervenciones médicas relacionadas con el cambio de género.
La directiva también se aplica a las personas detenidas en instalaciones de inmigración y es una de las disposiciones más concretas de la orden, titulada «Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal».
El decreto del presidente norteamericano sostiene que «los esfuerzos por erradicar la realidad biológica del sexo atacan fundamentalmente a las mujeres al privarlas de su dignidad, seguridad y bienestar».
Los expertos legales han señalado que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales, ya que los tribunales federales han establecido que los sistemas penitenciarios tienen la obligación de proteger a los presos vulnerables y proporcionar atención médica necesaria.
En la actualidad, cerca de 1500 mujeres trans se encuentran alojadas en prisiones federales, según reveló el Buró de Prisiones de aquel país.
Por otra parte, las disposiciones también prohíben el uso de fondos federales relacionados con la transición de género, incluyendo terapia hormonal y procedimientos quirúrgicos.