La Aduana encontró en una encomienda postal un kilo de este estupefaciente que proviene de los Países Bajos. Esta sustancia también es conocida como «éxtasis líquido». Más detalles, en la nota.
En las oficinas de las Encomiendas Postales Internacionales ubicadas en el barrio porteño de Retiro, la Aduana encontró en las últimas horas dentro de un envío postal un kilo de Gamma-Butirolactona (GBL), sustancia conocida como la «droga de la violación» o «éxtasis líquido».
Cuando la encomienda pretendía ser retirada, el personal dependiente de la Subdirección General de Control Aduanero procedió a su apertura y halló dos frascos transparentes presentados como removedor de pintura, provenientes de los Países Bajos.
El contenido fue sometido al aparato analizador de sustancia «Trunarc», arrojando resultado positivo para el GBL.
El Juzgado Nacional en lo Penal Económico 4, con intervención de la Secretaría 7, ordenó el decomiso de la droga.
¿Qué es el GBL o ácido Gamma-Hidroxibutírico?
Tanto el GBL como el ácido Gamma-Hidroxibutírico (GHB) se encuentran incluidos en el Anexo I del Decreto PEN Nº 560/2019 de Estupefacientes.
Esta droga se comercializa comúnmente en estado líquido o en gel y, por consiguiente, suele consumirse de manera oral, aunque se encuentran reportes sobre personas a las que se la suministraron por vía endovenosa.
Una vez dentro del organismo, el GBL se transforma casi inmediatamente en ácido Gamma-Hidroxibutírico (GBH), sustancia depresora del sistema nervioso central, que posee un efecto dual según la dosis administrada.
Si se suministra en menos de 4 gramos, predomina una acción estimulante: euforia, estado de alerta, sensación de embriaguez, estimulación sexual, buen estado de ánimo.
En altas dosis presenta un efecto fuertemente depresor: ansiolítico, inductor del sueño y del estado de confusión y desorientación con riesgo de muerte.
¿Por qué el GBL es utilizado por violadores y cómo lo suministran?
Por estos efectos, el GBL es conocido también como “la droga de la violación”. Debido a sus características incolora e insípida, «puede ser fácilmente incorporada a bebidas sin que la víctima pueda notar su presencia», precisaron especialistas. Incluso, su efecto sedante se potencia si se ingiere con alcohol.
La dosis máxima a suministrarse para percibir los efectos buscados y la mínima requerida para que esta sustancia sea letal se encuentran muy próximas entre sí, por lo cual es muy fácil incurrir en una sobredosis con potencial riesgo de muerte.