Eduardo Duhalde le retrucó a Javier Milei: «Tiene problemas con todo el mundo…»

El Presidente lo acusó de impulsar un «golpe de Estado» contra De la Rúa, junto a Raúl Alfonsín en 2001. “La violencia verbal, ojalá no pase, puede terminar en otro tipo de violencia», advirtió el exgobernador bonarense.

Esta semana y como parte de las celebraciones por el aniversario de la Fundación Mediterránea, think tank liberal creada durante la dictadura cívico-militar con uno de sus principales ideólogos a Domingo Felipe Cavallo, Javier Milei habló ante un nutrido auditorio que, obviamente, celebró todas y cada una de sus “ocurrencias”.

Luego de afirmar que “en pocos lugares juego tan de local como acá”, el Presidente dijo de Raúl Alfonsín que “huyó del poder seis meses antes”, además de acusarlo que impulsar un “golpe de Estado” contra Fernando de la Rúa, en 2001.

“Previa caída de la convertibilidad y el golpe de Estado impulsado por (Eduardo) Duhalde y Alfonsín, que paradójicamente a Alfonsín lo muestran como el padre de la democracia, siendo que fue partidario de un golpe de Estado”, aseguró Milei.

El cruce de Duhalde a Milei: “No puede estar sin pelear”

Los radicales, incluso aquellos que suelen rendir pleitesía política al mandatario anarcocapitalista, fueron los primeros en salir al cruce a las afirmaciones de Javier Milei, con críticas y desagravios del expresidente Raúl Alfonsín.

Ahora le tocó el turno a Eduardo Duhalde, para quien Milei “tiene problemas con todo el mundo porque no puede vivir sin pelearse”.

«El Presidente es así… No puede estar sin pelear. Estos días fue el caso mío, antes fue con otros. Tiene problemas con todo el mundo porque no puede vivir sin pelearse. Yo en mis 50 años de vida política no me peleo con nadie», aseguró el exgobernador bonaerense.

En declaraciones radiales, Duhalde aseguró que “tengo una idea totalmente inversa” a la del jefe de Estado, señalando que las iniciadas por Milei “son peleas que no sirven para nada, son totalmente inconducentes. Las cosas empiezan así y no se sabe cómo terminan”.

En ese sentido, planteó que “la violencia verbal, ojalá no pase, puede terminar en otro tipo de violencia, que es lo que tenemos que evitar. Reitero: no sirve para nada, para nada”, enfatizó.