Gustavo D’Alessandro, presidente de Sameep, en diálogo con Radio Provincia del Chaco dijo que el acueducto de El Impenetrable ya está proveyendo de agua a la planta urbana de Fuerte Esperanza con las pruebas hidráulicas. “Acercar agua a estas poblaciones de la zona norte de nuestra provincia es un hecho fundamental y que transforma la vida de las comunidades”, destacó el funcionario.
Recordemos que el acueducto de El Impenetrable tiene la toma en la zona de Wichi El Pintado, a la vera del río Bermejo y se potabiliza en las plantas de Wichi y Misión Nueva Pompeya, con distribución a Sauzal. “El río Bermejo tiene sus complicaciones de sedimentos y mucha movilidad; muchas veces se acuesta hacia la zona de la provincia de Formosa y otras sobre nuestra provincia. La potabilización del agua acá también depende de los niveles biológicos de las altas cumbre de Bolivia, que es donde nace este río, y por los deshielos, acarrea sedimentos. Al ser uno de los ríos con más sedimentos del mundo genera un esfuerzo técnico, económico y de personal para potabilizar el agua en la toma de Wichi El Pintado”, explicó D’Alessandro.
El titular de Sameep detalló cómo es el proceso de acceso al agua: “En Wichi El Pintado tenemos una planta de última tecnología que hace la succión de agua cruda y la transporta hacia los centros de potabilización, uno en Wichi El Pintado y el otro en Misión Nueva Pompeya. En la planta de Wichi El Pintado se realiza la potabilización correspondiente y de allí se distribuye a Misión Nueva Pompeya y Sauzal. Por otro lado, la planta que está en Misión Nueva Pompeya potabiliza el agua y la distribuye en red hacia Fuerte Esperanza”.
D’Alessandro comentó que “hoy en la localidad de Fuerte Esperanza se está haciendo un aprovechamiento parcial porque falta terminar las cisternas de acopio. En los parajes a donde no llega el acueducto, hay una inversión importante con cosecha de agua con 1.000 techos y cisternas de agua”. El funcionario recordó que hay más de 100 parajes dispersos en la geografía de El Impenetrable, “por lo cual de manera conjunta, con el acueducto más el sistema de techos de acopio de agua vamos a tratar de cubrir la demanda de agua segura”, explicó.
Finalmente, D’ Alessandro destacó que “el acceso al agua segura le cambia la realidad y la calidad de vida de la comunidad, que antes dependía de las lluvias y los niveles en las aguas subterráneas, que muchas veces tienen alta presencia de arsénico y salinidad”.