Francisco «Cayano» Altamirano participó del crimen de un vigilador atacado en ocasión de robo en octubre de 2011. El año pasado terminó de purgar la condena a 10 años de prisión. Durante una riña, el viernes ultimó de dos puñaladas a un joven de 24 años.
El autor del asesinato de un joven, ocurrido el viernes en el parque Mitre de la ciudad de Corrientes, fue detenido ayer en un asentamiento de la zona Sur. Se trata de un expresidiario que cumplió condena por el homicidio de un vigilador, víctima de un robo en el año 2011.
Francisco Esteban Altamirano, alias «Cayano» de 40 años, estaba escondido en una casilla del barrio Patono cuando lo encontraron efectivos de la División de Investigaciones Metropolitana (DIM).
Alrededor de la 1, el grupo de detectives localizó a quien estaba prófugo desde las 16:30 de anteayer cuando mató de dos puñaladas a Nehuen Gabriel Olazar, de 24 años, sobre el mirador del tradicional paseo público.
Las autoridades informaron que el caso de sangre que conmocionó a la sociedad estaría «esclarecido por completo».
Sumado a la detención de Altamirano, los detectives secuestraron el arma blanca y recopilaron evidencia que lo sindican como el «autor material y único imputado».
Olazar perdió la vida como consecuencia de puntazos profundos en el tórax en medio de una reyerta derivada de una discusión previa con su homicida, junto a quien estaba desde rato antes.
Según la pesquisa, supuestamente el joven golpeó en el rostro a «Cayano» previo a ser blanco de los puntazos con un cuchillo que el victimario dejó en el escenario del crimen.
A esa hora mucha gente disfrutaba de un día al aire libre en el parque, aprovechando el feriado de Viernes Santo. Incluso uno de los testigos alcanzó a grabar con su teléfono celular el momento preciso cuando el homicida escapaba del lugar corriendo, en dirección a la avenida Pujol.
Más tarde, poco antes de las 17, las cámaras de seguridad de una vivienda de calle Lisandro Segovia del barrio Sur filmaron el paso de Altamirano hacia la avenida Teniente Ibáñez.
El material al cual accedió este medio muestra al acusado caminar en forma tranquila, con barbijo colocado y manipulando un bolso.
La Policía no tardó en identificar al ex convicto y su búsqueda se inició con la participación de varias dependencias.
Los procedimientos se orientaron hacia la zona Sur. Los barrios Galván, Pío X, Quilmes y Patono fueron los visitados por miembros del área de Investigaciones.
Finalmente, a la madrugada, hombres de la DIM a cargo del comisario mayor Ramón de la Cruz Barrios rodearon a «Cayano» hasta conseguir su detención. En una breve persecución pusieron punto final al intento de fuga, esta vez entre los pasillos del populoso asentamiento del Patono.
En el bolso que el hombre tenía consigo había un papel de contenido judicial. Una nota de cumplimiento de condena y liberación de la Unidad Penal 1 el año pasado.
Reincidente
El 1 de octubre de 2011, alrededor de las 6, Ramón Armando Ibarra se dirigía en bicicleta a su puesto de trabajo cuando dos delincuentes lo mataron de una puñalada para robarle una mochila con ropas y la bicicleta.
Ese día llovía en forma copiosa. Ibarra salió media hora antes de su casa del barrio Cichero con el fin de no faltar a la jornada de trabajo, en un predio del barrio Patono. Allí ejercía como vigilador desde dos meses antes.
«Lo atacaron por la espalda y murió desangrado. Se arrastró hacia la vereda para buscar ayuda porque en las manos le quedaron rastros de tierra. También intentaron sacarle una cadenita que le quedó enganchada en una campera de lluvia», dijo su esposa, en una entrevista que en ese entonces época reflejó en sus páginas.
El asesinato de Ibarra se produjo en avenida Cuarto Centenario casi Cabeza de Vaca en el barrio Pío X.
La investigación determinó que Altamirano fue uno de esos dos malvivientes. Lo detuvieron a las pocas horas.
Pasaron dos años y en septiembre de 2013 el Tribunal Oral Penal 2 condenó a «Cayano» a cumplir la sentencia de 10 años de prisión.
Libre desde 2021, Altamirano pasaba sus días divagando. En ese contexto conoció al joven Olazar, a quien era frecuente verlo en distintos sectores del parque Mitre.