La semana pasada, Vanesa González pudo ver a su hija, Laura Delgadillo, la joven de 22 años que fue prendida fuego en la puerta de su casa junto al pequeño Liam.
“Se estaba recuperando muy bien pero decayó de golpe. Cayó en un cuadro depresivo cuando se enteró de la muerte del nene.
Tiene mucha tristeza y no quiere comer. Los médicos tienen pensado trasladarla a sala común y sacarla de terapia para luego seguir el tratamiento con cirugías.
Sigue igual con neumonía, por eso le cuesta respirar, pero está fuera de peligro”, indicó a Primer Plano Online la mamá de la chica.
Según describió Vanesa, a Laura le sacaron piel de las piernas para injertarle en el pecho y así lograr reconstituir el tejido que perdió.
De todos modos, lo que más preocupa en este momento es el estado mental de la joven, debido a que la pérdida de su hijo es un drama que no logra aceptar.
“Fue falta de responsabilidad del Instituto del Quemado. Ni ellos saben quién le dijo a Laura. Supongo que habrá sido por algún personal de limpieza o de enfermería.
Cuando yo fui a verla por primera vez, el psicólogo me preguntó si fui yo quien le había contado, y yo le dije que era la primera vez que iba a verla desde el accidente, así que no había hablado con ella. Así que si ella se enteró fue por alguien del hospital”, reflexionó la mujer.
Cuando Laura vio a su mamá rompió en llanto y le preguntó si era verdad lo de Liam. Es más: pensó también que había muerto su otra hijita, la de cuatro años.
Ahí es donde Vanesa la trató de consolar pidiéndole que se recupere porque las nenas la estaban esperando en su casa. Por el momento es su abuela la que está al cuidado de ambas.
Por el brutal ataque a la mamá y su nene está detenida desde el día después del hecho Liz Magnolia Ortega Castillo (22), acusada de homicidio agravado por alevosía en el caso del nene y tentativa de homicidio agravado también por alevosía por Laura.
Es posible que le espere una condena a perpetua por el acto criminal que cometió contra madre e hijo en un presunto ataque por celos.