El asesor de la Vicepresidencia del ENACOM consideró que algunos sectores “están intentando retrotraernos a la Ley de Radiodifusión de la última Dictadura Militar”. “Pretender que la comunicación sea una cuestión acerca de si las empresas públicas ganan o pierden plata, es un anacronismo que ya no corresponde”, dijo y destacó las experiencias de Chaco TV, Radio Provincia y las agencias de noticias estatales.
El docente y asesor de la Vicepresidencia del Ente autárquico y descentralizado que funciona en el ámbito del Ministerio de Comunicaciones de la Nación (ENACOM), Luis Lázzaro, reflexionó sobre el debate que volvió a instalarse en las últimas horas sobre el rol de los medios públicos y su sustentabilidad, y consideró que, desde algunos sectores, «están intentando retrotraernos a la Ley de Radiodifusión de la última Dictadura Militar».
Lázzaro integra la Coalición por una Comunicación Democrática, espacio que tuvo un papel preponderante durante el debate por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (más conocida como Ley de Medios), sancionada durante la gestión de Cristina Fernández de Kichner, y en las últimas horas emitió un comunicado advirtiendo sobre la nueva embestida que, desde sectores del poder concentrado, puesto en el ojo de la tormenta a lo «público», en general, y a los medios de comunicación, en particular.
El especialista consideró que es necesario entender que la comunicación «no se reduce a ver cómo llamamos la atención para ganar rating y tener anunciantes, porque el resto de los medios necesita una lógica diferente». «En el Chaco, tenemos un buen ejemplo de desarrollo en los medios públicos con la experiencia de Chaco TV y la radio de la provincia y las agencias de noticias; con una política donde pueden convivir miradas distintas: hay un esfuerzo de la política pública en materia de comunicación, para que haya representación de las identidades culturales locales, de los pueblos originarios: es un buen espejo para observar que es posible poder tener diversidad de opiniones e información, que es lo que necesita la sociedad», reflexionó en declaraciones a Radio Provincia.
Discusión en dos planos
«Hay como dos planos en esta discusión: uno ideológico, que es más profundo, porque se pretende volver más de 40 años, porque una de las peleas que empezamos a dar en democracia fue derogar esa norma, que consideraba que sólo podían hacer radio y televisión las empresas comerciales», explicó.
En ese marco, se «negaban no sólo los medios públicos, sino también a aquellos de gestión comunitaria, los medios de universidades, municipios, provincias, cooperativas; es decir, una visión absolutamente mercantil de la comunicación, cuando el mundo plantea a la ésta como un derecho humano y requisito fundamental para vivir en la sociedad moderna», apuntó.
Lázzaro aseguró que pretender que la comunicación sea una cuestión acerca de si las empresas públicas ganan o pierden plata, «es un anacronismo que ya no corresponde, pero tien claramente una intencionalidad política en la cual tanto la coalición opositora y sus principales figuras, como Mauricio Macri, Patricia Bullrich u Horacion Rodríguez Larreta, y de los medios de comunicación se han visto favorecidos, como el Grupo Clarín».
En otro plano, el especialista destacó que esta cuestión impacta, en principio, sobre la radio y televisión argentina, como la TV pública o Radio Nacional; también tendrá efectos sobre las señales de contenidos educativos, deportivos o infantiles que produce el Estado Nacional como Pakapaka, Depor TV o Canal Encuentro. «Hoy integran el Consejo Federal de la Televisión Pública 23 canales de televisión, incluyendo Chaco TV que es uno de los que más se ha desarrollado; por eso tenemos que darnos cuenta que estamos ante un debate central», aseguró.
El asesor de ENACOM planteó que «la comunicación es el alimento de la Democracia, es decir, sin información, comunicación y pluralidad de voces; es imposible funcionar en un esquema democrático». «En la Argentina y otras partes del mundo, estamos ante una ofensiva ideológica que reniega de todo lo público, con propuestas de cerrar el Banco Central o cosas así; que amerita que salgamos a sostener y accionar en pos de la diversidad: no decimos que los grupos empresarios no deben intervenir en la comunicación, pero a eso hay que acompañarlo con la perspectiva de los comunitario y social», sumó.
Lázzaro recordó que el avance sobre lo público «ya se intentó en los ´90», cuando se desmantelaron los medios públicos y, a partir de allí, la totalidad del Estado Nacional, y «todos debemos recordar que ese experimento terminó con el trágico Diciembre de 2001». «Los medios tienen la responsabilidad de tener esto presente en la memoria y dar el debate», sostuvo.