La joven intentó pasar un momento divertido, pero se encontró con una situación repudiable. Ante esto, no dudó en denunciarlo.
En abril de este año, Paloma Ortega -la hija de Guillermina Valdés y Sebastián Ortega- viajó a Londres, Inglaterra, para empezar a desarrollar un sueño. En ese momento, Guille, que la acompañó para ayudarla en lo que fue instalarse en su nueva ciudad, contó que era por trabajo, empezar su profesión de modelo y DJ en Europa.
Sin embargo, días atrás, la joven que acaba de cumplir 20 años, regresó. ¿El motivo? Extrañaba mucho a su pareja, Ana Mir Bertone, hija de Lalo Mir y Victoria Bertone. Como a la joven se le estaba haciendo complejo ir, Paloma decidió volver ella. En este sentido, el amor pudo más y no pudo ir contra esa corriente.
Ya en Argentina, la joven Ortega intenta continuar con su vida como hasta antes de irse, pero se encontró con una sorpresa. Con una situación de otras décadas y, ante esto, no dudó en denunciarlo. Por supuesto, y como era de esperar, apenas lo hizo público recibió una gran cantidad de mensajes favorables.
Según contó, fue a boliche porteño, con ganas de divertirse, de pasarla bien, pero la discriminaron. Contó que en ese lugar es muy común el maltrato a las personas del colectivo LGTBIQ+. En tiempos en los que se busca concientizar, estas actitudes, no solo que no suman, sino que restan.
A través de sus redes sociales, muy enojada por lo vivido, Paloma escribió: “La Posta Terrazas es el peor lugar de la Tierra. Son unos homofóbicos y transfobicos de mierda. Nunca más”.