Tras sufrir graves problemas cardíacos, el actor confesó en 2022 su temor más profundo: «Lo voy a dejar sin padre tan chiquito».
El 21 de septiembre de 2011 fue, sin dudas, el día más trágico en la vida de Atilio Veronelli. Su hijo Carlos, de apenas 18 años, murió después de diez días en coma farmacológico. El joven había caído de una moto mientras regresaba de una fiesta en compañía de un amigo, quien según denunció el actor, lo habría dejado abandonado luego del accidente.
«El bebé más perfecto, el nene más bueno, el adolescente más alegre, el recuerdo más inolvidable, la impotencia más absoluta, mi amor más sincero, lo mejor de mi vida», expresó en aquel entonces, desgarrado por el dolor.
En una entrevista posterior, el propio Veronelli relató con detalle cómo fueron los trágicos hechos: “Iba con un amigo en moto, ninguno llevaba casco. Mi hijo iba atrás, cayó y quedó inconsciente. El amigo, aparentemente sin seguro en la moto, lo dejó abandonado y se fue a esconder el vehículo antes de llamar a la policía”.
Cuando llegaron los efectivos, encontraron al joven Carlos tendido en el suelo y solo. El actor también denunció graves irregularidades y negligencias médicas. Según su relato, desde el hospital al que lo trasladaron inicialmente (Hospital Vélez Sarsfield) hubo retrasos injustificados en la atención médica. «El accidente fue a las 5 de la mañana y recién a las 11 de la noche le hicieron la primera tomografía. Mi hijo estuvo sin diagnóstico durante horas vitales», declaró indignado.
El padre del joven aseguró que, en lugar de atenderlo de inmediato, en el hospital exigían credenciales de la obra social y documentos específicos, lo que demoró aún más la asistencia médica urgente que el joven necesitaba con desesperación.
En la misma entrevista, Veronelli cuestionó duramente lo sucedido: “Fue abandono de persona. No puedo hablar de mala praxis porque directamente no hubo praxis. Mi hijo murió por la falta absoluta de un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado”.
Finalmente, Carlos falleció tras diez días en coma farmacológico, dejando a su padre con un dolor irreparable que lo acompañó hasta su reciente muerte a los 65 años. Hoy, muchos recuerdan la fuerza y valentía con la que Atilio Veronelli hizo público su sufrimiento, denunciando la falta de humanidad y negligencia que le quitaron a su hijo de manera tan injusta.