Las autoridades de la ciudad ucraniana Járkov denunciaron el impacto de proyectiles lanzados por las fuerzas rusas sobre el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología de Jarkóv. Allí se encuentra un reactor nuclear experimental.
La filial de los servicios secretos ucranianos (SBU) afirmaron que en el lugar hay 37 pilas de combustible nuclear y alertaron que la caída de cohetes allí podría provocar “una catástrofe ecológica a gran escala”.
Por las posibles consecuencias, se abrió una investigación penal por delito de ecocidio conforme al artículo 441 del Código Penal de Ucrania. Asimismo, el SBU remarcó que sigue recopilando información para su posterior presentación en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Tribunal Penal Internacional (TPI).