El gesto de Romero al volver al país como el héroe de Boca y que despertó el llanto de su esposa

El arquero del Xeneize, clave en la clasificación a la final de la Copa Libertadores, apareció en el trabajo de su esposa, Eliana Guercio, al arribar al país y habló a corazón abierto.

Sergio Romero se transformó en el gran héroe de Boca al tapar los dos penales que le permitieron al Xeneize avanzar a la final de la Copa Libertadores ante Palmeiras. Y al volver de San Pablo el arquero fue directo desde Ezeiza hacia los estudios de la radio La 100 (FM99.9) en la que trabaja su esposa Eliana Guercio, quien se emocionó hasta las lágrimas, y allí el exjugador de la Selección Argentina aprovechó para contar más sensaciones de lo vivido ante el Verdao.

El futbolista de 36 años ingresó a los estudios en los que se lleva a cabo el programa El Club del Moro y allí repasó alguno de los momentos más duros de su carrera en los que lo tuvo a maltraer la lesión en la rodilla que rechazó su estreno en el Xeneize cuando arribó a mediados de 2022.

“A lo largo de mi carrera hemos luchado bastante nosotros. A ella no le gusta mucho que lo diga pero hemos luchado 15, 16 o 17 años contra una rodilla bastante molesta, inquieta. Esta última operación que me tocó el año pasado en Boca con el doctor Batista nos cambió la vida. Pasó a ser una rodilla como cuando tenía 16 años, una rodilla nueva, sin líquido, sin dolores, sin molestias. Me permitió volver a laburar de la mejor manera. Hoy en día poder disfrutar este presente para nosotros es espectacular. Demostrarle nuevamente a todo el mundo que uno está entero, activo, que uno puede. Porque se han dicho tantas cosas el año pasado… Por ahí no era para matarme a mí, era para matar a la dirigencia de Boca”, aseguró.

Las palabras de Chiquito despertaron la emoción de Guercio, quien profundizó en detalles sobre esa dura etapa para el arquero del Xeneize: “Más allá de lo que uno pueda colaborar, si no está en él esa fuerza interior, es como todo. Él tuvo de verdad un laburo durante muchos años de locos. Como todo el mundo con problemas. Vivir con dolor, porque es vivir con dolor, fue muy duro. Después se acostumbró… Y que ahora, yo soy de Boca, estando acá haya podido estar como está ahora me hace feliz porque sé que lo puede disfrutar, que no llega a mi casa a ponerse el hielo. Fueron 14 años”.

A su vez, Romero afirmó que nunca le molestaron las críticas que recibió cuando arribó a la Ribera y despertó dudas en cuanto a sus condiciones físicas: “Tengo una cabeza bastante particular. Nunca me molestó una crítica. Sé quién dijo cada cosa, eso sí, porque soy una persona que le gusta estar informada. Pero no me toca a mí, no me llega, por ahí le afectaba más a ella (Eliana Guercio) que a mí. Pero a mí no».

Por último, Romero contó cómo vivió los instantes previos a la clasificación a la final del 4 de noviembre en el Maracaná: «Cuando llegué al vestuario lo primero que hice fue llamarla por teléfono a ella y me dice ahí tenés a una que ya está durmiendo (por una de sus hijas), la otra estaba durmiendo con el perro en la cabeza. Luca que me decía papá, apuntaba al teléfono y a la tele. Jazmín ya es una bostera más, está más fanática que nunca”.