El Gobierno oficializó acuerdo con hermanas Kleinman tras un reclamo formulado ante la CIDH

El Gobierno nacional oficializó hoy la aprobación de un acuerdo de solución amistosa con las hermanas Ana María Kleinman y Claudia Laura Kleinman quienes gestionaron un reclamo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que Argentina repare el daño causado por el «exilio forzoso» al cual debieron recurrir durante la última dictadura cívico militar.

La Resolución 294/2023 lleva la firma del presidente Alberto Fernández; del jefe de Gabinete, Agustín Rossi; del ministro de Justicia, Martín Soria y del canciller Santiago Cafiero y fue difundida hoy por el Boletín Oficial.

«Apruébase el acuerdo de solución amistosa, celebrado el 5 de julio de 2022, entre el Gobierno de la República Argentina y la señora Ana María Kleinman y las letradas apoderada y patrocinante de la señora Claudia Laura Kleinman, en el Caso Nº 14.769 del registro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)» sostiene el texto.

El 4 de noviembre de 2021 la Comisión declaró la admisibilidad de la petición y el 5 de julio del 2022 se consensuó el texto del acuerdo, publicado en el anexo, en el que se admite la persecución de «Claudia Laura y Ana María Kleinman» derivada de razones «políticas» y «actividades sindicales» de sus «familias y tíos» lo que los obligó al exilio al núcleo familiar «entre el 31 de mayo de 1977 y el 28 de octubre de 1983» cuando las peticionantes emigraron a los países de Brasil, Italia y México.

En tanto, se establece como «medida reparatoria» el «pago pecunario vinculado a la totalidad del tiempo de exilio forzoso», monto que «deberá ser estimado en un período dentro de los tres meses posteriores a la publicación de la resolución».

Las peticionantes son hijas de Graciela Isabel Dubcovsky e Osvaldo Hugo Kleinman.

Graciela era una activista estudiantil, y Osvaldo un activista sindical que se desempeñaba en una fábrica de fibrocemento del gran Buenos Aires.

En 1974, fuerzas de seguridad irrumpieron en el domicilio conyugal, en ausencia de ellos, y también en su lugar de trabajo, registrándose como prófugos en los legajos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dippba), a pesar de que no existiera contra su persona orden de captura de un juez.

Días antes, fuerzas de seguridad habían procedido a la detención del hermano de Graciela, Gerardo Arturo Isaac Dubcovsky, quien también fue dirigente estudiantil y, tras la detención, permaneció en prisión hasta que pudo ejercer la opción de salir del país.

Luego de los hechos ocurridos de 1974, Osvaldo y Graciela decidieron cambiar de domicilio y de trabajo.

Continuaron viviendo en Argentina cursando estudios universitarios, hasta que el 7 de julio de 1976, otro hermano de Graciela, Pablo Andrés Dubcovsky, un adolescente de 17 años, estudiante secundario, fue secuestrado; y sigue desaparecido.

La desaparición de Pablo Andrés, sumada al hecho de que fuerzas de seguridad buscaron a sus padres, motivaron a la familia a salir del país.

En Brasil, Graciela fue reconocida por el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como refugiada.

A continuación, Graciela se asentó en Italia, donde efectuó estudios avanzados de medicina, instalándose posteriormente todo el grupo familiar en México y regresando a Argentina con la restauración de la democracia.