Con un argentino como protagonista, en Brasil ya encontraron la forma de burlar la nueva norma inspirada en la Eurocopa 2024.
La Eurocopa 2024 presentó, entre otras cosas, varias novedades en el aspecto arbitral y reglamentario que rápidamente sirvieron como fuente de inspiración, por ejemplo, en la liga de Brasil, que ya implementó una de las normas más controversiales del certamen del Viejo Continente.
En una medida que llamó la atención a nivel internacional, el Brasileirao implementó una nueva normativa que busca reducir las protestas y discusiones entre jugadores y árbitros durante los partidos. Aunque, como consecuencia, provocó una situación particular luego de llevarla a cabo en lo práctico.
Según el nuevo reglamento, solo el capitán de cada equipo podrá comunicarse con el árbitro para expresar quejas o protestas relacionadas con el juego. Esta decisión marca un cambio significativo en la dinámica de los partidos y generó diversas reacciones entre jugadores, entrenadores y aficionados.
En ese contexto, apareció la primera “evasión” a la norma y con un argentino como protagonista. Gabriel Mercado, quién lleva la cinta en el Inter de Porto Alegre y encontró la manera de evitar la segunda tarjeta amarilla por reclamarle al juez cambiando el brazalete con un compañero.
De esta manera, el combinado colorado se aseguró sortear el riesgo de que el argentino sea expulsado y le dio la oportunidad a otro futbolista de poder hablarle al árbitro. Como si fuera poco, Inter repitió este procedimiento dos veces y hubo tres capitanesa lo largo de todo el partido contra Cruzeiro por Brasileirao.
Este ajuste en las reglas busca minimizar los conflictos entre los jugadores y el árbitro, que en ocasiones pueden llevar a la acumulación de tarjetas y la interrupción constante del juego. Al limitar la comunicación a solo el capitán, se espera que se reduzca la cantidad de protestas y que el diálogo se vuelva más organizado y constructivo.