El conjunto brasileño, que es líder en el grupo del Millo, atraviesa un mal momento en la antesala del duelo del miércoles en el que los de Demichelis deberán ganar para seguir con chances de pasar a octavos.
River se jugará todo en las últimas dos fechas de la fase de grupos de la Copa Libertadores ya que para avanzar a los octavos de final necesita ganar los dos que le quedan en el grupo D. La primera final será el miércoles contra el rival más difícil, Fluminense, que es el líder y lo goleó 5-1 en Brasil. Pero el gigante no atraviesa su mejor momento: hace cinco partidos que no gana y llegó a la cuarta derrota al hilo.
Los de Fernando Diniz perdieron anoche ante Flamengo, dirigido por el argentino Jorge Sampaoli, por 2-0 como visitantes en la revancha de la Copa de Brasil y quedaron eliminados pese a que el entrenador dispuso un once plagado de titulares. Así las cosas sumaron un nuevo traspié en la temporada.
Si se tienen en cuenta todas las competencias, el Flu no suma de a tres desde el 16 de mayo cuando igualó sin goles frente al Mengao por la ida de la copa nacional. Luego atravesó una caída tras otra. La primera fue por la séptima jornada del Brasileirao en un 1-0 sufrido de visitante ante Botafogo.
Luego volvió a padecer justamente en el certamen continental aunque con el aliciente de que cayó sin sus principales figuras, como Germán Cano y Ganso, y en la altura de La Paz ante The Strongest, mismo escenario en el que River sufrió. Encima, esa caída le impidió sellar su pase a la próxima instancia porque si bien es líder con nueve, aún no se aseguró el boleto a octavos y llegará al Monumental con la obligación de conseguirlo.
Para peor, el domingo fue superado por un contundente 2-0 por Corinthians en el Arena de San Pablo por la octava jornada del Brasileirao y prolongó el mal presente que ya despierta críticas en Brasil y que ilusiona al Millonario de cara a un compromiso clave para el semestre.