Estiman que esta cifra pueda aumentar en los próximos días y semanas.
Con el objetivo de disminuir los cargos políticos y «achicar» el Estado, el oficialismo implementó una estrategia dentro de la estructura de empleados públicos estatales, en consonancia con las promesas realizadas durante la campaña electoral.
En la Agencia Nacional de Seguridad Social (Anses), se registraron 320 despidos en diversas oficinas en todo el país, y se espera que esta cifra pueda aumentar en los próximos días y semanas, según informaron fuentes oficiales al medio La Nación.
La reducción de personal se extenderá a otros niveles de la administración pública, conforme a un decreto presidencial emitido a finales de diciembre pasado. En este contexto, también se reportaron despidos en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Los sindicatos estatales expresaron su preocupación, cuestionando la legalidad de estas medidas y exigiendo su reversión. Sin embargo, fuentes sindicales reconocieron en privado que la situación actual difiere de los recortes de empleo aplicados al inicio del gobierno Mauricio Macri. «Acá hay despidos más justificados y otros menos, pero claramente no es lo mismo», resaltó una fuente sindical en diálogo con La Nación.
Por otro lado, un funcionario destacó que todos estos despidos corresponden a cargos políticos, señalando que las personas desvinculadas de la Anses fueron contratadas inicialmente en puestos de base para luego ascender rápidamente a posiciones de liderazgo durante la administración anterior. Detalló que en ocasiones se llevaban a cabo concursos falsos o ascensos directos, poco antes del cambio de gobierno.
Principalmente, los despidos afectan a los jefes de las Unidades de Atención Integral (UDAI) de la Anses, quienes fueron colocados en roles jerárquicos por la gestión anterior.
Desde la Casa Rosada comunicaron que, en muchos casos, los propios empleados de las seccionales proporcionaron información sobre nombramientos o ascensos irregulares.