Marcelo Gutiérrez señaló que el acusado actuaba como un «cínico».
El padre de Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años que fue asesinada en la ciudad de Córdoba, afirmó que está «muy convencido» de que Néstor Aguilar Soto va a ser condenado a prisión perpetua por el femicidio de su hija, a la vez que calificó de «psicópata» al acusado.
Marcelo Gutiérrez explicó que él no declaró en el juicio por jurados populares porque el 17 de julio de 2024 (día del asesinato) prestaron testimonio ante la Policía su mujer Eleonora Vollenweider y su hija menor Lucía.
El arquitecto señaló: «Nosotros con mi familia estamos recontra convencidos de que Néstor la mató a Catalina y va a ser sentenciado a prisión perpetua porque confiamos en la Justicia».
En este contexto, el hombre resaltó que varios testigos, entre ellos amigos en común de la facultad de Catalina y Néstor, describieron al imputado como una persona «tóxica»: «Hay un patrón de comportamiento de este psicópata que se repite constantemente. Todas las chicas sostienen que al principio éramos amigos y después Soto empezaba a reclamar cosas».
«La pericia determinó que no tiene ninguna enfermedad psiquiátrica. Él sabía perfectamente lo que hacía el día que mató a mi hija. Quisieron hacerlo pasar como loco y en un momento la defensa dijo que era gay. Eso es un mamarracho. Ser homosexual no te da derecho a asesinar a nadie», agregó.
El femicidio
Gutiérrez recordó que el 17 de julio de 2024, el novio de Catalina, Ezequiel García salió a buscarla al no tener noticias de ella y que Soto se sumó para encontrar a la joven.
«En un momento, Lucía lo llama a Ezequiel para decirle que habían ubicado el auto y que Catalina falleció. Soto atendió el teléfono y le dijo ‘No puede ser, Catalina estaba muerta’. Luego fue a la comisaría donde estábamos nosotros, la abraza a mi mujer diciéndole ‘¿Quién le hizo esto a Cata?’ y se ponía contra la pared conmovido», sostuvo Marcelo sobre la actitud del presunto femicida.
Soto fue detenido ese día a las 6 de la mañana.
El hombre agradeció que el oriundo de San Carlos de Bariloche no lo abrazó: «Gracias a Dios no lo hizo».
Eleonora, madre de la damnificada, aseguró desde un principio que para ella «Néstor mató a Catalina», a lo que Lucía le respondió: «No, ni se te ocurra. Era su amigo».
«Y fue así, las madres tienen un sexto sentido», consideró Marcelo Gutiérrez.
Las actitudes del acusado
El padre de Catalina describió al joven de 21 años como una persona «normal», con quien apenas se saludaban con un «hola, ¿Cómo están?’. «Era el compañero de la universidad de mi hija. ¿Qué vas a desconfiar?», se preguntó Marcelo.
«La defensa es igual o peor que Soto», opinó tras la opinión de Ángela Burgos Niño, la defensora del imputado, quien había declarado a un medio de Bariloche: «Lo que pasó fue un juego de niños donde a él se le fue la mano».
«Vergüenza debería tener por lo que está diciendo. Se le cayó la careta. No hay coartada. Está probado por la autopsia cómo la asesina, no es cuestión de inventar una historia. Si no tenés pruebas, no existe el relato. Femicidio. Cadena perpetua. No hay otra», insistió.
El fiscal Marcelo Sicardi modificó la carátula del caso a raíz de que quitó el agravante de la alevosía y añadió el homicidio criminis causa.
Sicardi cree que el sindicado mató a la joven para ocultar el hecho de golpearla, según explicó el abogado querellante, Carlos Hairabedián.
«El caso está calificado como criminis causa, sin modificar el de violencia de género, tal cual fue planteado por el fiscal Marcelo Sicardi», agregó el letrado.
Hairabedián sostuvo que Sicardi argumentó que Soto «golpeó primero» a Catalina «sin darle muerte», al tiempo que luego, «al advertir las lesiones producidas y «para lograr la impunidad» la estranguló.
«Son dos secuencias y eso se llama homicidio criminis causae, matar para asegurarse que la víctima de la golpiza no pueda incriminarlo», describió, a la vez que afirmó: «En parte coincido con la postura del fiscal, pero voy a mantener la alevosía y le agregaré la privación ilegítima de la libertad».