Así lo anticipó el vocal de la APA, Gustavo D´Alessandro, aunque destacó que la producción de agua potable «está asegurada». «Tuvimos una política de Estado que nos permitió pasar de dos acueductos en 2007 a 20 cuando termine el 2023», subrayó. Hay preocupación por la sequía en el interior provincial.
El vocal de la Administración Provincial del Agua (APA) y titular del Consejo Hídrico Nacional, Gustavo D´Alessandro indicó que si bien es cierto que se registró una leve mejora en el caudal del río Paraná, de hecho en los últimos días ha superado los 2 metros cuestión que no acontecía desde hace casi seis meses, «hay una tendencia a la baja nuevamente». En declaraciones a Radio Provincia, puntualizó que la situación actual se dio en virtud de algunas precipitaciones que se dieron en la cuenca del Iguazú y en la cuenca alta del río Paraná, pero también en el Paraguay. Fueron entre 40 y 80 milímetros en cada una de las cuencas, lo que permitió superar la marca de los dos metros.
«Lamentablemente, los informes del Instituto Nacional del Agua dan cuenta que se continuarán las aguas bajas en toda la gran cuenca del Plata», marcó. Hay que tener en cuenta que, para esta época del año, el Paraná tiene un nivel promedio que supera los tres metros, pero en estos dos últimos años, la bajante histórica ha trastocado esos registros.
Según el especialista, para el corto y mediano plazo, puntualmente para el trimestre noviembre,diciembre y enero la información aportada por el INA, el Servicio Meteorológico Nacional y la Organización Mundial Meteorológica indica que las lluvias serían normales o inferiores a lo normal. Esto genera más dudas que certezas porque el contexto actual requiere precipitaciones por encima de lo normal, para que el río pueda recuperar niveles similares a los habituales. «Puede que hayan acontecimientos localmente fuertes, como los que dieron en los últimos días en la región, pero esto que quiere decir que tengan incidencia directa en la altura del Paraná», señaló.
Agua potable
La bajante más pronunciada de los últimos 70 años genera inconvenientes en distintos planos, pero los mayores esfuerzos se focalizaron en asegurar las tomas de los distintos acueductos para que la producción de agua potable se mantenga en niveles que permitan responder a la demanda de la provincia. D´alessandro explicó que la APA, Sameep y la Secretaría de Recursos Hídricos trabajan hace más de un año en la toma del riacho Barranqueras, que corresponde al primer gran acueducto; así como en las que están sobre el río Paraguay y el Bermejo.
«Gracias a estos trabajos, logramos asegurar la producción en estos tiempos críticos y ahora tenemos que sumar la toma del Segundo Acueducto, con lo cual, creemos que podemos mejorar», explicó y añadió: «Entendemos que esta situación está controlada,no se avizoran inconvenientes sobre el río Paraná pero si estamos monitoreando lo que ocurre en el río Bermejo porque suele traer mucho semidento». El presidente del Consejo Hídrico Federal remarcó que «estamos atravesando esta situación de manera satisfactoria porque tuvimos una política de Estado muy concreta: hay que recordar que en 2007, cuando asumió esta gestión, contábamos con 2 acueductos, pero el 2023 probablemente concluyamos con 20», sostuvo.
Sequía en el interior
El vocal de la APA indicó que otro aspecto que preocupa es la sequía que azota y complica, básicamente, las actividades vinculada a la explotación agrícola y ganadera. «Lamentablemente, hay déficit en de agua en toda la provincia, las lluvias no se hicieron presentes en la cantidad necesaria en los últimos dos años, hoy hay estamos ascendiendo a un fenómeno de «Niña» que significa menores precipitaciones», expuso. D´Alessandro apuntó que «las aguadas están con inconvenientes pero además está costando encontrar el agua subterránea, pero las últimas perforaciones que venimos haciendo tienen poco caudal pero también altos grados de sal que la hacen no apta para el consumo animal».
Esta combinación de factores genera inconvenientes en la provisión de agua para el sistema productivo. «El sector agrícola necesita de la naturaleza para recargar las aguadas, esteros y ríos internos de la provincia para las perspectivas no son las mejores», cerró.