Frente al juez Javier Sánchez Sarmiento Abel Guzmán decidió no dar testimonio y fue imputado por el delito de homicidio agravado.
Abel Guzmán, el homicida que quedó filmado cuando asesinaba de un tiro en la cabeza a su compañero de trabajo Germán Medina en una peluquería de Recoleta, fue trasladado esta mañana a la alcaidía de la calle Lavalle, en los Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, para ser indagado por el juez Javier Sánchez Sarmiento. Al enfrentar al magistrado, Guzmán se negó a declarar.
El peluquero está acusado de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego», pero esa calificación podría ser incluso más severa por la posible «premeditación».
Detenido desde ayer, Guzmán no había designado aún un abogado en el expediente, pero tras la audiencia se confirmó que su defensor es Héctor Costa. Ahora, el detenido fue trasladado a una comisaría en Chacarita.
El homicida era buscado intensamente desde el 21 de marzo, cuando asesinó a Medina en la peluquería en la que trabajaban, situada en el barrio porteño de Recoleta.
Fuentes judiciales deslizaron que el dato que permitió la detención fue aportado por un vecino de una vivienda en la que Guzmán había conseguido trabajo como «mantenimiento».
«Detectives de la División Capturas de Prófugos de la Policía de la Ciudad tenían el dato de dónde Guzmán podía estar escondido. Hicieron una discreta vigilancia hasta que lo vieron salir y lo detuvieron», indicaron voceros de la fuerza que lo detuvo.
La pena en expectativa que podría recaer sobre Guzmán llega a la prisión perpetua en caso de considerarlo responsable de homicidio agravado, pero podría reducirse a entre ocho y 25 años si finalmente fuera condenado por «homicidio simple».
GUZMÁN ECHÓ A SU ABOGADO
En las últimas horas del jueves, Abel Guzmán tomó la decisión de echar a su defensor, Héctor Costa.
«Guzmán me pidió que dé un paso al costado. El nuevo abogado seguramente se presentará en las próximas horas», explicó Costa en diálogo con Telefe Noticias.
Luego de la indagatoria, el abogado afirmó que su defendido «no sabe usar armas» y hasta dio una insólita explicación sobre aquella noche: «Capaz se le escapó el tiro».
«El crimen no fue premeditado y él está arrepentido», concluyó.