El normalizador de la UOCRA Chaco advirtió que el rechazo a la «ley de leyes» genera incertidumbre sobre la continuidad de obras en ejecución y el futuro de otras que estás por licitarse. «Esto no afecta sólo a la obra pública sino que complica también al sector privado, que genera muchos puestos de trabajo», sentenció.
El delegado normalizador de la Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) Chaco, Ariel Ledesma, lamentó la tesitura adoptada por los legisladores nacionales de la oposición y reiteró que al rechazar el Presupuesto 2022 enviado al Congreso por el Gobierno Nacional «se genera una vuelta al punto cero, tras un período de crecimiento como el que teníamos en los últimos meses». En declaraciones de Radio Provincia, añadió que «en la provincia hay varias obras en ejecución y otras que están por licitarse, y eso es un motor para la economía regional pero ahora vemos que vamos a tener un retraso en el crecimiento así que esperaremos a febrero o marzo para ver qué ocurre que estas obras proyectadas».
Ledesma indicó que, de todas maneras y a pesar del complejo contexto que configura la no sanción del Presupuesto, «el 80% de las empresas están trabajando, a diferencia de lo que ocurría años anteriores, cuando en esta época del año quedaba en actividad sólo un 30% y despedían trabajadores para volver a contratarlos en febrero o marzo». Por estas horas, en el sector de la construcción de la provincia se encuentran trabajando unos 8500 obreros trabajando, lo que otorga «buenas perspectivas» de cara al año próximo, según el referente del sector.
Obras trascendentes
Entre las obras en ejecución, se encuentran todas las vinculadas al último tramo del Segundo Acueducto del Interior, llamada a transformar a la provincia con sus más de 500 kilómetros de extensión y la capacidad de llevar agua potable a más buena parte de la provincia.
Para graficar la magnitud de la obra, Ledesma detalló que en la toma y la planta el ejecución hay empleados actualmente más de 500 obreros, que se suman a los que están construyendo los ramales, en cada uno de los pueblos a los que va a abastecer el acueducto, que son entre 50 y 80 por localidad. «Con esto queremos demostrar la importancia de las obras y lo necesario que se vuelve la sanción del Presupuesto 2022 para garantizar la continuidad de los trabajos, porque esto no afecta sólo a la obra pública sino que complica también al sector privado, que genera muchos puestos de trabajo», sentenció.
De todas maneras, a modo de balance del año, el normalizador de la UOCRA consideró que el 2021 fue «positivo», a pesar de las complicaciones que generó la pandemia para la continuidad de la actividad.