Independiente logró un triunfo de esos que dejan huella. Con autoridad, personalidad y pasajes de fútbol asociado, el equipo de Julio Vaccari derrotó 1-0 a Boca en la Bombonera y se clasificó a las semifinales del certamen, donde enfrentará a Huracán.
La victoria fue más que una simple clasificación: significó una bocanada de autoestima para un club que había perdido el rumbo en las últimas temporadas. En tierra hostil y frente a un rival históricamente especial, el “Rojo” volvió a mostrar señales de su identidad.
El golazo de Álvaro Angulo, uno de los refuerzos más destacados del año, fue la síntesis perfecta del partido: determinación, técnica y confianza. El colombiano, que apenas lleva unos meses en el club, se comportó como un referente. Lo suyo fue una actuación de alto vuelo, a la altura de la camiseta que representa.
Otro de los nombres que sobresalió fue el de Kevin Lomónaco, el marcador central que se ha convertido en emblema del equipo. Firme en la marca, criterioso con la pelota y siempre lanzando al equipo hacia adelante, el defensor parece salido del manual clásico de Independiente: pierna fuerte y templada. Un estilo que remite a ídolos como Nicolás Tagliafico, y que encarna la estirpe del hincha exigente.
La victoria en La Boca no fue casual. Independiente jugó con personalidad, le cortó a Boca una nueva racha invicta –como en el 2011, 2000 o 1999– y lo eliminó una vez más en un duelo mano a mano, como ocurrió tantas veces en Libertadores, Supercopas o torneos locales. El equipo de Vaccari fue superior y, aunque el resultado fue ajustado, el dominio fue claro.
En el final del partido, la postal fue contundente: mientras en las tribunas locales resonaban los silbidos, en el centro del campo se abrazaban los jugadores de Independiente celebrando un triunfo con sabor a revancha.
Ahora el “Rojo” se medirá en semifinales ante Huracán, un equipo sólido y de gran actualidad bajo el mando de Frank Kudelka. Un nuevo desafío difícil, que requerirá máxima concentración. Pero el hincha de Independiente sabe que el equipo vuelve a estar de pie. Y que los triunfos en la Bombonera, como este, no se olvidan fácilmente.