El plan proyecta una inversión del 0,85 % del PBI en el año 2025 (en el 2020 fue del 0,52% del PBI) y del 1,70 % en el año 2030.
El Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, cuyas temáticas ponen el foco en agendas estratégicas, territoriales, transversales y de cambio institucional fue aprobado ayer por la Cámara de Senadores y girado a Diputados.
El Plan, presentado por el presidente Alberto Fernández y por el ministro de Ciencia Daniel Filmus, proyecta una inversión del 0,85 % del PBI en el año 2025 (en el 2020 fue del 0,52% del PBI) y del 1,70 % en el año 2030.
El programa expresa «diez desafíos nacionales» con foco en temas estratégicos que requieren de conocimiento científico y tecnológico.
Sus objetivos son erradicar la pobreza y reducir la desigualdad y la vulnerabilidad socioambiental; impulsar la bioeconomía y la biotecnología para incrementar la producción sostenible y alcanzar la soberanía alimentaria; contribuir al diseño de políticas para fortalecer la democracia y ampliar los derechos ciudadanos; y construir una educación inclusiva y de calidad para el desarrollo nacional.
El programa también se propone lograr una salud accesible, equitativa y de calidad; desarrollar los sectores espacial, aeronáutico, de las telecomunicaciones y de la industria para la defensa; fortalecer la investigación marítima, la soberanía y el uso sostenible de los bienes del Mar Argentino
Además apunta a promover la industria informática y de las tecnologías de la información para la innovación productiva y la transformación digital; potenciar la transición al desarrollo sostenible; y fomentar y consolidar un sendero para la transición energética.
El Plan 2030 presenta Agendas Territoriales Integradoras de Ciencia, Tecnología e Innovación (ATI-CTI) para cada una de las 24 jurisdicciones, que expresan las Prioridades y estrategias de intervención.
En tanto las Agendas Transversales buscan consolidar la base científica y tecnológica para potenciar la capacidad de respuesta tanto a los desafíos nacionales como de las agendas territoriales.
Estas se orientan a la promoción general del conocimiento, la aplicación de tecnologías a la investigación, desarrollo e innovación, la consideración de los aportes de las ciencias sociales y humanas, la promoción de una ciudadanía y cultura científica, la sostenibilidad y la incorporación de la perspectiva de género.
La Agenda de Cambio Institucional atiende a las modalidades de planificación referidas a la formación de recursos humanos, la gestión del conocimiento, la articulación multiactoral, la federalización y la internacionalización.
En cuanto a la inversión total en investigación y desarrollo, se proyecta que pasará del 0,52 % del PBI en el año 2020 al 0,85 % en el año 2025 y al 1,70 % en el año 2030.