Kristel Candelario, de 32 años, se enfrenta a una condena de cadena perpetua tras haberse declarado culpable del homicidio de su hija este jueves. La pequeña, de un año, murió por inanición mientras su mamá estaba de viaje.
Una mujer de 32 años dejó a su hija de un año sola para irse de vacaciones durante diez días. Al volver, la nena había muerto por deshidratación. La acusada se declaró culpable de “homicidio con agravante” el jueves pasado y podría recibir cadena perpetua.
Tras terminar su viaje y volver a su casa en Cleveland, una de las ciudades más importantes de Ohio, encontró a la menor inconsciente en un corralito con restos de orina y excremento, por lo cual decidió llamar a la Policía.
Las primeras informaciones de la investigación realizada por la unidad de homicidios aseguraron que la nena, identificada como Jailyn, estaba totalmente deshidratada, lo que fue la principal causa de su muerte junto a la inanición.
Además, el resultado de la autopsia reveló que encontraron signos de maltrato y negligencia en el cuerpo, como moretones, quemaduras y cicatrices.
A tres días de viajar a Puerto Rico, Kristel Candelario, la madre, compartió una publicación que hoy resulta escalofriante: “El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido”, escribió junto a una foto de ella caminando por la playa en un día soleado.

“Este caso es uno de esos casos verdaderamente inimaginables que recordaré durante muchos años”, expresó el fiscal Michael O’Malley. “Esta condena de hoy es el primer paso hacia la justicia para Jailyn”, agregó.
Candelario se enfrentaba a cuatro cargos de asesinato y uno de agresión, pero aceptó un acuerdo de culpabilidad por el cual podría recibir la condena de cadena perpetua. La sentencia se llevará adelante el próximo 18 de marzo en el Centro de Justicia del Condado de Cuyahoga.