El ex presidente prepara un gabinete poco petista, moderado, con figuras que den previsibilidad económica y volumen político para negociar acuerdos.
El resultado de la primera vuelta aceleró muchas de las decisiones que el equipo de Lula tenía previsto para después de una «cómoda victoria». Lo primero que va a confirmarse es el equipo económico que el ex presidente tiene definido darle el control a su vice, Geraldo Alckmin, que podría asumir el mismo el cargo o nombrar a figuras de su entorno como Edmar Bacha, uno de los creadores del Plan Real, Persio Arida o Henrique Meirelles. En reuniones privadas con empresarios confirman esta jugada, para afuera están el momento de hacerlo público.
Pero los nombres que formarían parte de un eventual Gabinete de un tercer gobierno de Lula. El giro al centro se verá representado en otras áreas. Casa Civil es el segundo cargo más importante en términos políticos después del Presidente y Lula buscará una persona de confianza pero al mismo tiempo con capacidad de diálogo y pragmatismo. «Si Fernando Haddad pierde la gobernación de San Pablo es número puesto. Lula sigue confiando él para una sucesión», cuenta una fuerte cercana al PT.
Haddad es de la mesa chica de Lula y fue uno de los ideólogos de la fórmula con Alckmin, es decir, reúne lealtad y pragmatismo. Si Haddad gana en San Pablo, algo que a priori parece dificil, hay dos figuras que podrían ocupar ese cargo: Aloízio Mercadante y Jacques Wagner. Ambos son referentes históricos del PT, representan un ala moderado dentro del partido y son de confianza de Lula.
La Secretaría General de la presidencia es otro lugar decisivo porque es quien tiene la interlocución entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, que a partir del 2023 estará dominado por la ultraderecha y el Centrao y tendrá presidencias en las Cámaras bastante hostiles al PT, especialmente en Diputados con el bolsonarista Arthur Lira.
Lula piensa en un funcionario con experiencia legislativa y también aparece el nombre de Jacques Wagner, quien ya acumula varios mandatos de Senador. Otro bahiense también está en el radar: Rui Costa, ex gobernador de Bahía como Wagner y también con roce legislativo. Marcio Franca del PSB, podría ser otra opción, sobre todo para sumar adhesiones de los partidos del Centrao.
Otro de los nombres que aparecen para el mix entre gestión y negociación política es Edinho Silva, jefe de campaña de Lula y alcalde paulista de Araracará quien reconoció que Lula tenía que construir «un gobierno no petista». Silva también podría desembarcar en el ministerio de Comunicación, cartera que ya ocupó con Dilma Rousseff.
El ministerio de Defensa es fundamental para recuperar el diálogo con las Fuerzas Armadas que han quedado muy pegadas a la figura de Bolsonaro y aún quedan dudas respecto de lo que harían si el Presidente pierde las elecciones. El nombre del consenso es Nelson Jobin, afiliado al MDB, ex ministro de la Corte Suprema y quien ya ocupó el cargo entre 2007 y 2011. Además, tiene vínculos con sectores económicos dado que preside el Consejo de Administración y responsable de Relaciones Institucionales y Políticas de Cumplimiento normativo en Banco BTG Pactual.
Lula tiene decidido darle un cargo a Simone Tebet y todo indica que será el ministerio de Agricultura. Ella representa las elites económicas del agro que no están con Bolsonaro y podría ser una carta para acercarse al MDB con quien se busca cerrar una alianza en el Parlamento y a quien les podrían ofrecer otros cargos como el Ministerio de Seguridad Pública, creado por Michel Temer y eliminado por Bolsonaro.
Marina Silva también suena para ocupar un cargo, todo indica que será Medio Ambiente pero también se habla de Ciudadanía que maneja más recursos de las políticas sociales para los Estados.
Lula tiene decidido darle un cargo a Simone Tebet y todo indica que será el ministerio de Agricultura. Ella representa las elites económicas del agro que no están con Bolsonaro y podría ser una carta para acercarse al MDB con quien se busca cerrar una alianza en el Parlamento y a quien les podrían ofrecer otros cargos como el Ministerio de Seguridad Pública
En cancillería, el candidato natural es Celso Amorin, primer anillo de relaciones con Lula y quien acompañó al ex presidente a todas sus giras por Europa, la región y participó del encuentro con representantes del Departamento de Estado la semana previa de las elecciones. Pero no es el único nombre que aparece como posible representante en las Relaciones Exteriores: el ex CIDH, Paulo Abrao, y la Jefa de Gabinete de Antonio Guterres en la ONU, Maria Luiza Ribeiro Viotti, están en la mira.
Otro dirigente con proyección que Lula quiere en su equipo es Flavio Dino, ex gobernador de Marañao y electo Senador, a quien Lula le advirtió en un acto previo a la primera vuelta electoral: «No sé cuanto tiempo estarás en el Senado porque si gano vas a tener que venir conmigo para trabajar mucho». «Dino va a estar. Puede ser Casa Civil, Secretaría General o cualquier otra área, porque es un presidenciable», reveló una fuente.
De la misma forma, intentarán sumar a Josué Gomes da Silva, presidente de la FIESP e hijo de José Alencar, vicepresidente de Lula durante los 8 años de gestión. La intención de Lula es que Josué ocupe el ministerio de Industria.
«Queremos un gabinete poco petista, moderado, con figuras que de previsibilidad en términos económicos pero volumen político para negociar acuerdos y evitar problemas», resumió
Fuente: La Política Online