Si bien el trabajo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) con las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires es permanente, en los últimos días cobró importancia adicional por su rol en la aplicación de las medidas impositiva relacionadas con la emergencia agropecuaria, tanto por la sequía que viene afectando las explotaciones rurales de varios puntos del país como por incendios, heladas, granizo y tormentas en otras zonas.
La emergencia y/o desastre agropecuario representa también un costo fiscal, en tanto implica la postergación del pago de impuestos nacionales (emergencia) o directamente su condonación (desastre).
El titular de la AFIP, Carlos Castagneto, indicó a Télam que «en abril termina la etapa de la registración de cada uno de los productores que ingresan a la emergencia» y para entonces podrá tenerse una evaluación provisoria del costo fiscal de todas las medidas de asistencia a más de una decena de provincias.
«Hasta ahora no han sido muchos los productores que se han incorporado», aseguró, al tiempo que aclaró que para que se declare la emergencia por parte del Estado nacional «primero tiene que haber un decreto de las provincias y luego una resolución del Ministerio de Economía, porque las provincias a veces declaran la emergencia hídrica o por sequía en algunos municipios o en todo el territorio provincial».
En ese sentido, aclaró que la AFIP «acompaña, pero no es la que legisla y, además, tiene que cumplir normas, tiene que haber un decreto del gobernador precisando los municipios correspondientes».
«A partir de eso, sacamos todos los equipos técnicos y las camionetas con toda la tecnología para poder facilitar a los productores agropecuarios que puedan tener este tipo de beneficios», indicó.
Al respecto, la AFIP «puso camionetas a disposición en doce provincias y muchos municipios, para que la gente no se traslade a las regionales y pueda hacer un trámite rápido y ágil», destacó.
El trabajo con las provincias también abarca la Coparticipación Federal de Impuestos, en tanto la AFIP es el organismo recaudador de los tributos que diariamente el Banco Nación transfiere a los 24 distritos.
«Hace poco se cumplieron 50 años de la creación de la Comisión de Federal de Impuestos (CFI), vinieron los ministros de Economía de las provincias y están muy contentos con el flujo de fondos diarios que le está pasando el organismo a través del Banco Nación», señaló.
Castagneto remarcó que «hoy las provincias necesitan estos fondos, hay presupuestos nacionales, provinciales y municipales, y si nadie tributa y nadie paga, no se podrían hacer políticas públicas».
Asimismo, a partir del decreto 1399/2001, la AFIP se financia con un porcentaje de los recursos de la masa coparticipable, que desde 2005 es del 1,9%, aunque también «la AFIP presta varios servicios a las provincias», advirtió.
«Firmamos convenios con provincias y municipios para tener una boca única de pago y tratar de una vez por todas conciliar los vencimientos para que se pague una sola vez, para no estar pensando un día en pagar ARBA, otro día el monotributo, en otro Ingresos brutos, una tasa municipal y al otro día el vencimiento de un impuesto nacional», describió.
En ese sentido, Castagneto dijo que la AFIP «presta servicios de todo tipo de información, hasta el límite donde nosotros podemos dar por el secreto fiscal».
«Hay dos provincias que no firmaron el convenio, La Pampa y Santa Fe. Ya hablamos en estos meses y La Pampa está dispuesta a firmarlo, en Santa Fe está costando más», reconoció, en tanto «todos esto acuerdos tienen que pasar por la legislatura de cada provincia y no sé si Santa Fe hoy tendrá los votos suficientes para para poder aprobarlo».
Castagneto informó al respecto que habló «personalmente con los dos gobernadores (Sergio Ziliotto y Omar Perotti) y les dije la necesidad imperiosa de firmar ese convenio, porque si hablamos de un país federal tenemos derechos y obligaciones tanto las provincias como el Estado Nacional».