Resistencia acompañó la celebración del Día de la Inmaculada Concepción de María, patrona de la ciudad, que se llevó a cabo con una numerosa procesión de fieles. Esta peregrinación se inició en la rotonda del acceso Norte, entre las rutas nacionales 11 y 16, y pasó por las avenidas 25 de Mayo y 9 de Julio, para luego seguir su paso por avenida Diagonal Eva Perón, en Barranqueras, hasta llegar hasta la Parroquia Santuario Inmaculada Concepción de María.
Con todo tipo de medios de transporte, la procesión pasó por la Iglesia Catedral, donde la secretaria de Desarrollo Humano e Identidad, Laura Balbis, en representación de Gustavo, depositó una ofrenda floral, acompañada por monseñor Ramón Dus, arzobispo de Resistencia.
En ese contexto, Balbis expresó: “Estamos acompañando desde el Gobierno de la Ciudad esta celebración del Día de la Patrona de Resistencia, Inmaculada Concepción de María”.
“La gestión del intendente Gustavo Martínez es acompañar siempre todo tipo de manifestaciones, en este caso junto a todos los fieles de la fe católica”, agregó la Secretaria, quien estuvo acompañada, además, del subsecretario de Transporte, Luis Cabrera, y la presidenta de la Comisión de Fiestas y Conmemoraciones Patrias, Carmen Ramírez.
“Es una fecha muy importante para los que profesamos la fe cristiana y es un día muy especial, además, porque se ilumina el Árbol de Navidad, por eso invitamos a la comunidad a asistir esta noche, desde las 20 horas, en la Plaza 25 de Mayo”, indicó.
Hizo hincapié en este acontecimiento a realizarse hoy miércoles en la plaza central de Resistencia, que contará con la presencia de Gustavo e integrantes de la Mesa Interreligiosa.
Por su parte, el arzobispo de Resistencia, Ramón Dus, agradeció “esta manifestación que todos los años nos conmueve, es la expresión del agradecimiento a la Virgen, patrona de la Ciudad y de nuestra arquidiócesis”. Destacó el “vinculo de la fe para sostener las instituciones y así poder seguir trabajando juntos”.
En tanto, el subsecretario municipal de Transporte sostuvo que “cuesta mucho armonizar las palabras por la emoción que nos embarga, más después de un tiempo de mucho sufrimiento”.