En Argentina las mujeres ganan, en promedio, un 25% menos que los hombres

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instauró el 18 de septiembre como el Día Internacional de la Igualdad Salarial. Esto tiene el objetivo de resaltar la importancia de equiparar la igualdad salarial o la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor. Así lo decidió la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2019, declarándolo desde el 2020.

Las estadísticas marcan que, en todas las regiones, las mujeres reciben una menor remuneración en relación a los hombres, con una brecha salarial de género estimada alrededor de un 23% a nivel mundial. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas siguen estancadas debido a la persistencia de desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder. A su vez, las situaciones de pobreza acrecientan las desigualdades y desventajas en el acceso a recursos y oportunidades para las mujeres.

Para reflexionar acerca de este día, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad elaboró el informe “La participación de las mujeres en el trabajo, el ingreso y la producción” con el objetivo de dar a conocer la situación en el ámbito laboral argentino. En el documento, elaborado junto al Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), se muestra que, en los últimos años, “hubo una participación récord de las mujeres en el mercado de trabajo y que se redujo levemente la desigualdad en el salario entre mujeres y varones y el desempleo femenino”.

Además, desde el Ministerio aseguran que el informe refleja la necesidad impulsar la formalización de las trabajadoras de casas particulares. “Si todas ellas estuvieran registradas, en nuestro país bajaría 7 puntos la informalidad laboral”, expresa el documento. No obstante, el informe manifiesta que estas desigualdades de género todavía siguen existiendo en espacios de trabajo debido a: la injusta distribución de los cuidados, la reproducción de estereotipos y roles de género en ámbitos laborales, el acoso y la violencia laboral, entre otras causas.

Para una información más detallada del informe, el mismo se puede encontrar en el siguiente link: https://bit.ly/MMGYD_DesigualdadEnElTrabajo. Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, expresan que “seguirán trabajamos todos los días para construir una sociedad más justa a través de espacios laborales libres de estereotipos, desigualdades y violencias”.

Resumen del informe

– Se destaca que, desde mediados del año 2021, la tasa de actividad de las mujeres ha permanecido en valores superiores al 50%. En el primer trimestre de 2023 alcanzó el 52,2%, un récord histórico desde que se comenzaron a publicar los registros de la nueva EPH en 2003.

– En relación con la “brecha” entre varones y mujeres, es decir, la diferencia de la tasa de actividad entre los géneros, la misma se incrementó 0,3 puntos porcentuales con respecto al mismo trimestre del año anterior, al pasar de 18,4 a 18,7 puntos porcentuales.

– Las mujeres registraron una tasa de desocupación del 7,8%, 0,5 puntos porcentuales por debajo de la del primer trimestre de 2022. En este indicador, la brecha entre varones y mujeres registra, además, una disminución interanual, pasando de 2,4 a 1,7 puntos porcentuales.

– Los avances vinculados a un mayor nivel de actividad y a una menor desocupación de las mujeres presentan como desafío la recuperación de los salarios reales de la población.

– En un escenario general de aumento de los niveles de informalidad, la brecha de género registró un leve incremento interanual, pasando de 4,2 a 4,7 puntos porcentuales.

– El hecho de que las mujeres estén más expuestas a trabajos precarios, sin acceso a la seguridad social ni al resto de los derechos laborales, queda notablemente expuesto al considerarse que, si se registrara al total de trabajadoras de casas particulares, la tasa de informalidad de la economía argentina se reduciría en 6,7 puntos porcentuales (caería del 36,7% al 30,0%) y la correspondiente a las mujeres bajaría 14,7 puntos porcentuales, disminuyendo de 39,3% a 24,6%.

– En el mercado de trabajo, las mujeres continúan siendo relegadas a las actividades con menor remuneración: por ejemplo, el salario promedio en los servicios de atención a personas mayores, donde la participación de las mujeres alcanza el 88%, es nueve veces menor que el del sector hidrocarburífero, en el que la participación de las mujeres es de apenas 22%.

– La brecha de ingresos, calculada en base a los ingresos que las personas obtienen por su ocupación principal, se redujo 3,5 puntos porcentuales con respecto al primer trimestre del año 2022, bajando del 28,5% al 25,0%.