En el marco del retroceso de la COVID-19 que se registra en el Chaco en las últimas semanas, la ministra de Salud Pública, Carolina Centeno, confirmó que la totalidad de los casos nuevos detectados recientemente, según el último informe país, “pertenecen a la variante Ómicron”. “La variante Delta ha sido totalmente desplazada y esto es importante a la hora de trazar las estrategias de lucha contra el virus”, sostuvo la funcionaria.
En este contexto, consideró que la tercera ola de coronavirus está “casi finalizando”. “Tenemos pocos internados en toda la provincia, algo más de 17 moderados y 10 en ARM, la mayoría de ellos con bajo consumo de oxígeno», repasó.
Además, marcó que «el porcentaje de positividad ronda el 22% y hay baja concurrencia en los centros de diagnóstico, además de muy pocos casos diarios». En este marco, remarcó que muchos de los contagios contabilizados en las últimas jornadas corresponden a los «reajustes» que se hacen en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) con casos de enero y los primeros días de febrero.
De todas maneras, consideró que «como esta ola no terminó de pasar, porque los casos no llegan a cero, es importante mantener los cuidados y las medidas sanitarias elementales como el uso de barbijos en espacios cerrados, el distanciamiento, la higiene de manos y la ventilación cruzada de los ambientes”.
La mirada está puesta, fundamentalmente en el inicio de las clases, lo que supondrá un reencuentro masivo de alumnos y docentes, y la llegada de las épocas más frescas, siempre mirando teniendo en cuenta lo ocurrido en el hemisferio norte donde se registró una cuarta ola en la temporada invernal que ahora comienza a dejar atrás. “Las temperaturas más bajas generan aglomeraciones en lugares que permanecen, muchas veces, cerrados, especialmente las aulas; con lo cual, si no se toman las medidas adecuadas crecen las posibilidades de que se generen brotes; por eso, el monitoreo será permanente, a través de las carteras sanitaria y educativa”, cerró.