Unas 17 personas detenidas en cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF) fallecieron durante su encierro en el primer semestre de este año, cuatro de las cuales sufrieron una muerte traumática, lo que implica un leve descenso en comparación con el mismo período de 2021, cuando hubo 18 decesos.
Según el informe de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), a cargo del fiscal general Alberto Adrián María Gentili, el 47 por ciento (8 casos) de los presos fallecidos estaban alojados en el penal de Ezeiza, el 29 por ciento (5) en Marcos Paz y el 6 por ciento (1) en Devoto, Mendoza, Chaco y La Pampa. Es decir, que el 82 por ciento de las muertes se produjo «en grandes centros penitenciarios ubicados en el Área Metropolitana de Buenos Aires», señaló el informe que clasifica los decesos en «traumáticos» y «no traumáticos».
En ese sentido, 12 de los presos murieron en forma «no traumática», 4 de manera «traumática»; y hay un caso del que no se pudieron recabar datos precisos. A su vez, según el informe, dentro del grupo de muertes traumáticas, hubo dos casos de suicidio.
De acuerdo a la Procuvin, todos los fallecidos eran hombres, de entre 28 y 67 años; cinco de los cuales eran de extranjeros de Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Rusia. Asimismo, 11 de los fallecidos estaban detenidos sin condena.
«En promedio quienes fallecieron durante el primer semestre pasaron más de dos años detenidos», se detalló. Además, la Procuvin aclaró que «la información precedente corresponde al lugar de detención en el que las personas fallecidas se encontraban detenidas, independientemente que en algunos casos la muerte ocurriera en un hospital, debido a un traslado generado por la situación previa al deceso».