Diez migrantes se cosieron este martes sus bocas frente a la sede del Instituto Nacional de Migración (INM) en la ciudad de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, en reclamo de que las autoridades les otorguen documentos para trasladarse hacia el norte del país.
El grupo llevaba una semana de protesta exigiendo que se agilice la entrega de visas humanitarias para poder llegar a la frontera con Estados Unidos.
«Protestamos para que nos dejen llegar a Monterrey (norte) y luego cruzar. Pero me dieron cita para dentro de tres o cuatro meses y yo no tengo dinero para quedarme esa cantidad de días», explicó el venezolano Rafael Hernández, quien junto con migrantes de Haití y Cuba exigía una solución.
Los manifestantes aseguraron que no buscan confrontaciones, sino únicamente documentos para poder avanzar hacia el norte.
«Nosotros llevamos 15 días durmiendo en el parque, con los niños bajo el agua; nos han cerrado puertas de todos lados», señaló Patricio Peralta, llegado de Guatemala, según la agencia AFP.
El activista Irineo Mújica, que acompañó la protesta, denunció que las autoridades migratorias «no responden» y «no están resolviendo las regularizaciones migratorias».
Decenas de migrantes, principalmente de Centroamérica, cruzan México para pedir asilo o intentar instalarse en Estados Unidos ante la violencia y pobreza que se vive en sus países.
En el camino suelen ser víctimas de la delincuencia organizada o de las propias autoridades mexicanas.