Se trata de la Escuela Luz y Fuerza. Padres y docentes solicitaron que se suspendan las clases hasta que se arreglen los baños.
La Escuela N° 354 «Luz y Fuerza» se encuentra ubicado en el barrio Hipólito Yrigoyen de Sáenz Peña y quedó prácticamente desmantelada luego de haber sufrido varios robos.
Ante la situación, la directora del establecimiento, Graciela Aguilar, comentó la situación en que se encuentra el lugar y describió que «se robaron los sanitarios, un escritorio, numerosos elementos que son de estudio para los chicos». «La situación es inaudita, incomprensible e insostenible», señaló.
La directora manifestó también que luego del robo de los sanitarios, el área de Infraestructura de la Provincia repuso dichos elementos, pero nuevamente delincuentes ingresaron a la institución. «Rompieron todos los candados de la escuela, se llevaron parlantes, no tenemos netboook para los niños porque se robaron todas, no hay nada, no sabemos de qué manera resguardar las cosas de la escuela», lamentó.
En cuanto al lamentable estado de loso baños, afirmó que «los delincuentes rompieron las mochilas de los inodoros».
«Los niños y docentes del establecimiento no pueden hacer uso del baño, los chicos hacen sus necesidades fueron del baño, ya no se soportar la situación y la única solución es que no solo arreglen la escuela y repongan lo robado sino también se necesitan dos serenos, porque de lo contrario extra situación va a seguir ocurriendo», dijo Aguilar.
El reclamo es acompañado por los padres de los alumnos, quienes se reunieron en el establecimiento y mencionaron que no van a mandar a sus chicos a la escuela porque «no tiene las condiciones mínimas no solo de seguridad sino de salubridad».
Aseguraron que la Supervisora Patricia García «está al tanto de lo ocurrido en la escuela y la policía tiene una copia de la llave del portón para ingresar al establecimiento cuando hacen sus recorridas».
Teniendo en cuenta la situación, la comunidad educativa pide «la suspensión de las clases hasta tanto se hagan los arreglos necesarios en los baños donde además tampoco cuentan con agua». A su vez marcaron que «hay docentes enfermos, con cistitis, con infección urinarias».
La directora insistió con la necesidad de contar con serenos o cámaras de seguridad y expresó que «nosotros no contamos con los medios económicos para solventar todo esto y los padres del barrio son de escasos recursos, no les puedo pedir más de lo que ya me dan, me ayudan demasiado».
Por su parte, Ricardo Sánchez, uno de los padres cuyos hijos concurren a la escuela en cuestión se quejó no sólo por la falta de infraestructura sino también por los constantes robos. «No sirve de nada que los chicos vayan dos horas a la escuela, qué van a aprender en dos horas nada, tampoco se pueden quedar mucho más tiempo porque no hay baños», dijo.