Los Mossos D’Esquadra hallaron el cuerpo de Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, de quien nada se sabía desde el 24 de agosto. Mientras la policía española continuaba tras sus rastros, la Justicia del país europeo desarrollaba una acusación contra Álvarez Giaccio por el delito de violencia vicaria, lo que se conoce en Argentina como un femicidio vinculado.
Los Mossos D’Esquadra, la Policía de Barcelona, encontraron este miércoles el cadáver de un hombre ahorcado. Las autoridades sospechaban que se trataba de Martín Ezequiel Álvarez Giaccio (44). Luego, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo confirmó: los restos hallados son del ciudadano argentino buscado desdew el 24 de agosto por el asesinato de su hijo de 2 años en la ciudad catalana.
Según informaron los medios locales, el cuerpo de Álvarez Giaccio fue hallado ahorcado en las inmediaciones de un pantano entre el Prat de Llobregat y la ciudad de Barcelona.
Los Mossos advirtieron que las zapatillas del cadáver eran rojas con vivos blancos, las mismas o similares con las que se había visto por última vez a Álvarez Giaccio, cuando las cámaras de seguridad del Hotel Concordia lo habían enfocado iniciando su fuga.
Peritos de la policía de Barcelona aguardan los resultados de las pruebas dactilares para poder confirmar la identidad del cadáver de manera oficial. Según el diario El País, fue el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el que finalmente confirmó todas las sospechas.
Álvarez Giaccio era buscado intensamente por todas las fuerzas de seguridad públicas de España desde hace tres semanas. Incluso, a fines de agosto, Interpol había dictado la orden de captura internacional con el fin de evitar que el argentino pudiera abandonar España y fugarse.
Es más, existieron comunicaciones de Interpol España para alertar a sus pares argentinos sobre la situación, pero se descreyó que pudiera venir al país dado que no tenía vínculos al nivel local: se había ido hacía unos 20 años. Además, las fuertes restricciones para conseguir un vuelo desde Madrid conspiraban en contra de un presunto viaje de Álvarez Giaccio.
La cacería para dar con el economista comenzó el martes 24 de agosto por la noche, cuando se encontró a su hijo de 2 años muerto en la habitación de un hotel de la zona de Montjuic al que habían acudido juntos. El niño había sido asfixiado y el aviso a la Policía fue dado por la propia madre del chico, y ex pareja de Álvarez Giaccio, quien minutos antes había recibido mensajes amenazantes por parte del argentino a su teléfono celular.
“Te dejo en el hotel lo que te merecés”, fueron las palabras que el argentino le escribió a su ex pareja minutos antes de emprender la fuga del hotel Concordia. La mujer acudió al establecimiento poco después de las 23, y gracias a la actuación de dos Mossos D’Esquadra, pudo entrar a la habitación. La amenaza era real: el cadáver del chico fue hallado escondido debajo de la cama de la habitación 704.
De manera inmediata, las autoridades del hotel les solicitaron a los empleados el material de las cámaras de seguridad. Allí se pudieron registrar dos secuencias: la primera mostraba a Álvarez Giaccio asomado al pasillo del piso 7, desde el interior de su habitación, como si estuviera esperando que la zona se despeje para escaparse. En la segunda toma, se ve al economista escapar por la pileta del hotel a través de una ventana y una pared lateral. En ese video se pudo constatar el modelo y las marcas de las zapatillas que coinciden con las que llevaba el cuerpo encontrado este miércoles en los pantanos del Prat de Llobregat.
Durante la noche del asesinato del niño, Álvarez Giaccio intentó escapar hacia el Aeropuerto de El Prat. Llegó en un taxi, le pidió al conductor que esperara unos minutos para realizar un trámite y se encaminó hacia la entrada de la Terminal 1. Al llegar, las autoridades policiales le exigieron que presentara la documentación sanitaria necesaria para poder acceder al interior del aeropuerto. Álvarez Giaccio explicó que no iba a viajar, sino realizar papelerío, pero su ingreso se mantuvo impedido.
Las cámaras de seguridad del aeropuerto lo mostraron retirarse de la entrada de la Terminal 1 caminando y desde entonces hasta la fecha no hubo novedades sobre el paradero del economista.
Alvarez Giaccio se había separado de la madre de su hijo el 16 de agosto pasado, apenas ocho días antes del asesinato del menor. Tras la ruptura, se había mudado a la ciudad de El Vendrell, donde residen su padre y un hermano. Los familiares aseguraron que el argentino no se puso en contacto con ellos en ningún momento desde que se inició la búsqueda.
Mientras la policía española continuaba tras sus rastros, la Justicia del país europeo desarrollaba una acusación contra Álvarez Giaccio por el delito de violencia vicaria, lo que se conoce en Argentina como un femicidio vinculado, concepto incluido incluido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, y que contemplaba la violencia contra la mujer mediante el daño perpetrado a personas que tengan especial significado para ella.